lunes, 22 de junio de 2009


Viviendas en mal estado abundan en La Habana sin solución constructiva

Calle de La Habana Vieja


EL FINAL DE LAS DESDICHAS DE SONIA.

EL FINAL DE LAS DESDICHAS DE SONIA.

Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Con razón hay quienes dicen que los caminos de Dios son inesperados a veces. Nada lineales como las historias de las películas. Sino bien lleno de baches como muchas de las calles de Luyanó, Marianano, Lawton, etc. que hacen necesario doblar a la derecha o a la izquierda, dar marcha atrás.
Eso le ha sucedido a Sonia, la treintañera y divertida habanera de un suburbio al sur del centro de la capital cubana. Para hacerles memoria, en mi crónica “Las desdichas de Sonia”, narré en síntesis sus padecimientos productos de dos hernias de disco en la columna vertebral. Y para los que piensen que “narrar” viene de “narra”, que significa un chino en el argot cubano, sepan que tenía bien un chino detrás, algo equivalente a toda la mala suerte del mundo.
En aquel momento, llevaba tres meses sin trabajar y no resolvía dónde, ni quien podría operarle las dos hernias discares que afectaban su locomoción, además de producirle un dolor intenso e incesante.
Al cabo de los cinco meses, tirada en una cama, con la única esperanza de alcanzar el sofá forrado de vinilo negro de su salita como trayecto más lejano, decidió zanjar por la izquierda, de manera alternativa su situación.
Justamente, una amiga -amiga de otra que tiene una parienta en uno de los mejores hospitales de La Habana- se condolió al constatar en una visita la desdichada situación que atravesaba. Sin trabajar y al borde de agotar el dinerito ahorrado de las propinas de los clientes en su puesto de cajera de una tienda de productos en divisa, la comadre le prometió hacer la gestión que podría solucionar su problema.
Y como las mujeres hacen gala de una diligencia feroz cuando se lo proponen, obtuvo los contactos con un neurocirujano de dicho hospital a quien mostraron todos los test clínicos que a Sonia le habían practicado y, luego de examinarlos, decidió intervenirla quirúrgicamente él mismo. La cuestión era que le precio de la operación sería sesenta pesos en cuc, es decir, pesos cubanos convertibles.
Sonia al oír aquello, ni se inmutó, sacó de su gaveta el juego de anillos de su último matrimonio y se los mandó a un joyero cercano, quien aceptó la compra por los sesenta pesos cuc.
Fijada la fecha de la operación, acompañada por su madre, fue para el centro hospitalario, la operaron durante poco más de dos horas, casi tres me dijo, y regresó a su casa para cumplir un reposo de unos diez días, consistente en no levantar pesos, ¡ni siquiera un vaso de agua!
A las veinticuatro horas, pudo caminar al baño normalmente. A las cuarenta y ocho horas de quitarle las hernias, pudo visitar a su comadre Cachita al doblar y aunque sigue de reposo, no siente dolor, solamente la molestia de la incisión de tres puntos de sutura.
¡Todo el dolor sufrido en cinco meses desapareció en tres horas gracias a los sesenta pesos cuc que pagó! Unos 1440 pesos no convertibles.
Usted podrá argumentar que el sistema de salud cubano es gratuito. Pero la cantidad de médicos y personal de salud que cumplen misión en el extranjero ya es tan grande que la población se resiente por la dificultad, no sólo de ser operado, sino de conseguir un turno a tiempo para remediar su malestar.
El otro lado del asunto, los obstáculos desaparecen al meter la mano en el bolsillo y ofrecer cierta suma en pesos convertibles. Aparecen camas para el ingreso, si es necesario, especialistas y hasta salón de operaciones. ¡Se verán horrores!
Por tanto, en las discusiones que se realizan en centros de trabajo sobre los problemas nacionales, teniendo como base el discurso del Vicepresidente del país el pasado 26 de julio en Camagüey, ha surgido la proposición de que repusieran el sistema mutualista de clínicas donde mediante el pago mensual, los pacientes podían obtener remedio a sus dolencias de manera más expedita. Al menos, se tendrá la esperanza de encontrar un médico que lo atienda. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Con razón hay quienes dicen que los caminos de Dios son inesperados a veces. Nada lineales como las historias de las películas. Sino bien lleno de baches como muchas de las calles de Luyanó, Marianano, Lawton, etc. que hacen necesario doblar a la derecha o a la izquierda, dar marcha atrás.
Eso le ha sucedido a Sonia, la treintañera y divertida habanera de un suburbio al sur del centro de la capital cubana. Para hacerles memoria, en mi crónica “Las desdichas de Sonia”, narré en síntesis sus padecimientos productos de dos hernias de disco en la columna vertebral. Y para los que piensen que “narrar” viene de “narra”, que significa un chino en el argot cubano, sepan que tenía bien un chino detrás, algo equivalente a toda la mala suerte del mundo.
En aquel momento, llevaba tres meses sin trabajar y no resolvía dónde, ni quien podría operarle las dos hernias discares que afectaban su locomoción, además de producirle un dolor intenso e incesante.
Al cabo de los cinco meses, tirada en una cama, con la única esperanza de alcanzar el sofá forrado de vinilo negro de su salita como trayecto más lejano, decidió zanjar por la izquierda, de manera alternativa su situación.
Justamente, una amiga -amiga de otra que tiene una parienta en uno de los mejores hospitales de La Habana- se condolió al constatar en una visita la desdichada situación que atravesaba. Sin trabajar y al borde de agotar el dinerito ahorrado de las propinas de los clientes en su puesto de cajera de una tienda de productos en divisa, la comadre le prometió hacer la gestión que podría solucionar su problema.
Y como las mujeres hacen gala de una diligencia feroz cuando se lo proponen, obtuvo los contactos con un neurocirujano de dicho hospital a quien mostraron todos los test clínicos que a Sonia le habían practicado y, luego de examinarlos, decidió intervenirla quirúrgicamente él mismo. La cuestión era que le precio de la operación sería sesenta pesos en cuc, es decir, pesos cubanos convertibles.
Sonia al oír aquello, ni se inmutó, sacó de su gaveta el juego de anillos de su último matrimonio y se los mandó a un joyero cercano, quien aceptó la compra por los sesenta pesos cuc.
Fijada la fecha de la operación, acompañada por su madre, fue para el centro hospitalario, la operaron durante poco más de dos horas, casi tres me dijo, y regresó a su casa para cumplir un reposo de unos diez días, consistente en no levantar pesos, ¡ni siquiera un vaso de agua!
A las veinticuatro horas, pudo caminar al baño normalmente. A las cuarenta y ocho horas de quitarle las hernias, pudo visitar a su comadre Cachita al doblar y aunque sigue de reposo, no siente dolor, solamente la molestia de la incisión de tres puntos de sutura.
¡Todo el dolor sufrido en cinco meses desapareció en tres horas gracias a los sesenta pesos cuc que pagó! Unos 1440 pesos no convertibles.
Usted podrá argumentar que el sistema de salud cubano es gratuito. Pero la cantidad de médicos y personal de salud que cumplen misión en el extranjero ya es tan grande que la población se resiente por la dificultad, no sólo de ser operado, sino de conseguir un turno a tiempo para remediar su malestar.
El otro lado del asunto, los obstáculos desaparecen al meter la mano en el bolsillo y ofrecer cierta suma en pesos convertibles. Aparecen camas para el ingreso, si es necesario, especialistas y hasta salón de operaciones. ¡Se verán horrores!
Por tanto, en las discusiones que se realizan en centros de trabajo sobre los problemas nacionales, teniendo como base el discurso del Vicepresidente del país el pasado 26 de julio en Camagüey, ha surgido la proposición de que repusieran el sistema mutualista de clínicas donde mediante el pago mensual, los pacientes podían obtener remedio a sus dolencias de manera más expedita. Al menos, se tendrá la esperanza de encontrar un médico que lo atienda. FIN. LG/07.
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Balcones y barbacoas frente al Prado habanero ofrecen una vista de las condiciones de vida de los cubanos a los turistas que recorren el famoso Paseo

PRENSA INDEPENDIENTE: PELIGROS Y AMENAZAS.

PRENSA INDEPENDIENTE: PELIGROS Y AMENAZAS.

Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.
.
Hace ya más de una década que la labor de informar la realidad en Cuba tomó un camino diametralmente opuesto al de la prensa oficial. Con el surgimiento de cinco agencias de prensa sin depender de los reglamentos oficiales para los medios de comunicación de la isla, se abrió una flamante etapa en la Historia de la prensa cubana. Hoy, ya eso es Historia. Sin embargo, también hoy, hay quienes pretenden cambiar esa historia para su conveniencia y provecho.
La incorporación de nuevas hornadas de mujeres y hombres a la labor de la comunicación después de marzo del 2003 sorprendió a muchos, pero tampoco significó que fueran reemplazados aquellos colegas que fueron a parar a las prisiones.
Ellos no han estado ausentes gracias a la presencia de sus esposas agrupadas en las dignas Damas de Blanco y por el constante llamado de recordación del resto de los periodistas independientes que continuamos sus labores. Realmente, la ausencia de los trabajos periodísticos de los veintitantos informadores independientes prisioneros del régimen se hace sentir en la calidad de una prensa marcada por el riesgo y el azar, más que por una profesionalidad obtenida en el estudio sistemático.
No obstante, esto no quiere decir que la prensa independiente haya perdido su razón de ser, su identidad o sus mejores servidores. Muy a pesar nuestro, algunas voces han pretendido dar por inerte el fenómeno de la prensa independiente cubana, más la misma labor de llevar la información sobre la realidad cubana ocultada por la media oficial a todo el mundo, desmiente tales repuntes protagónicos de unos y cálculos ambiciosos de otros.
Empero la preocupación de informar por un lado y la atención a las amenazas y la represión de los órganos del régimen no pueden cegarnos la visión por completo y cometer la negligencia de tener en cuenta que los peligros que nos acechan no provienen solamente del aparato del gobierno cubano.
Si queremos fundar las bases de la prensa cubana de un futuro de transición democrática nos vemos entonces obligados a demostrar que somos verdaderamente independientes y nuestro juicio y nuestra labor informativa estarán empujados a cumplir con la obligación que el servicio público impone.
No a servir a un grupo, a un partido, a una persona que por muy justamente se haya ganado un lugar destacado entre las filas de la oposición y que pretenda ocupar un espacio que los periodistas independientes han logrado mediante el correcto ejercicio de la comunicación.
Otro peligro deriva de lo anterior porque por su causa, los periodistas serían dependientes de los objetivos de los intereses particulares y generales de criterios ajustados a una organización y la estrechez de puntos de vista ahogaría la pluralidad que debe mantener la labor informadora. Un lastre del periodismo oficial impregnado de partidismo y militancia.
Fatal ha resultado para la prensa independiente que algunos espacios de influencia sean ocupados por uno o dos nombres exclusivamente, los que no reflejan evidentemente el abanico de criterios que podría ofrecer escuchar la riqueza de opiniones de muchos periodistas independientes que acumulan hoy mismo cierta experiencia.
Lamentable que se pretenda desviar e incluso eliminar los cauces que hasta ahora han vertido una ayuda material al sostén de la labor informativa de la prensa independiente, cuando la labor de la información brindada por los periodistas está ahí a la vista de todos, y no en informes o proyectos increíblemente alejados sin duda de la realidad.
De bajar por la cuesta que los conocidos sepultureros de siempre pretenden empujar a la prensa independiente en su conjunto, evidentemente sí estaremos contribuyendo a disminuir el trabajo concreto del sector que más resultados a ofrecido en los últimos diez años junto al de las bibliotecas independientes.
Para refrendar lo expuesto, propongo que cualquier dudoso examine por quienes y por cuales vías la existencia de una oposición en Cuba ha sido divulgada sistemáticamente más allá de nuestras costas. Y no es precisamente por la prensa extranjera.
Hay una realidad que no se puede negar, la gran desinformación que existe en Cuba solamente se puede llenar mediante la retroalimentación proveniente de canales de comunicación conectados con las necesidades de información del cubano de a pie y son los periodistas independientes los que estamos en contacto con la calle. Recogemos directamente lo que dicen las personas, sus preocupaciones, sus deseos.
Ahora bien, aquí está en buena parte nuestro desafío, es el de mejorar incansablemente nuestros mensajes, escoger lo que sirve. Saber cómo comunicar mejor el mensaje, a quien va destinado, ofrecerle los temas que interesen a ese público que espera por nosotros. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.
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Hace ya más de una década que la labor de informar la realidad en Cuba tomó un camino diametralmente opuesto al de la prensa oficial. Con el surgimiento de cinco agencias de prensa sin depender de los reglamentos oficiales para los medios de comunicación de la isla, se abrió una flamante etapa en la Historia de la prensa cubana. Hoy, ya eso es Historia. Sin embargo, también hoy, hay quienes pretenden cambiar esa historia para su conveniencia y provecho.
La incorporación de nuevas hornadas de mujeres y hombres a la labor de la comunicación después de marzo del 2003 sorprendió a muchos, pero tampoco significó que fueran reemplazados aquellos colegas que fueron a parar a las prisiones.
Ellos no han estado ausentes gracias a la presencia de sus esposas agrupadas en las dignas Damas de Blanco y por el constante llamado de recordación del resto de los periodistas independientes que continuamos sus labores. Realmente, la ausencia de los trabajos periodísticos de los veintitantos informadores independientes prisioneros del régimen se hace sentir en la calidad de una prensa marcada por el riesgo y el azar, más que por una profesionalidad obtenida en el estudio sistemático.
No obstante, esto no quiere decir que la prensa independiente haya perdido su razón de ser, su identidad o sus mejores servidores. Muy a pesar nuestro, algunas voces han pretendido dar por inerte el fenómeno de la prensa independiente cubana, más la misma labor de llevar la información sobre la realidad cubana ocultada por la media oficial a todo el mundo, desmiente tales repuntes protagónicos de unos y cálculos ambiciosos de otros.
Empero la preocupación de informar por un lado y la atención a las amenazas y la represión de los órganos del régimen no pueden cegarnos la visión por completo y cometer la negligencia de tener en cuenta que los peligros que nos acechan no provienen solamente del aparato del gobierno cubano.
Si queremos fundar las bases de la prensa cubana de un futuro de transición democrática nos vemos entonces obligados a demostrar que somos verdaderamente independientes y nuestro juicio y nuestra labor informativa estarán empujados a cumplir con la obligación que el servicio público impone.
No a servir a un grupo, a un partido, a una persona que por muy justamente se haya ganado un lugar destacado entre las filas de la oposición y que pretenda ocupar un espacio que los periodistas independientes han logrado mediante el correcto ejercicio de la comunicación.
Otro peligro deriva de lo anterior porque por su causa, los periodistas serían dependientes de los objetivos de los intereses particulares y generales de criterios ajustados a una organización y la estrechez de puntos de vista ahogaría la pluralidad que debe mantener la labor informadora. Un lastre del periodismo oficial impregnado de partidismo y militancia.
Fatal ha resultado para la prensa independiente que algunos espacios de influencia sean ocupados por uno o dos nombres exclusivamente, los que no reflejan evidentemente el abanico de criterios que podría ofrecer escuchar la riqueza de opiniones de muchos periodistas independientes que acumulan hoy mismo cierta experiencia.
Lamentable que se pretenda desviar e incluso eliminar los cauces que hasta ahora han vertido una ayuda material al sostén de la labor informativa de la prensa independiente, cuando la labor de la información brindada por los periodistas está ahí a la vista de todos, y no en informes o proyectos increíblemente alejados sin duda de la realidad.
De bajar por la cuesta que los conocidos sepultureros de siempre pretenden empujar a la prensa independiente en su conjunto, evidentemente sí estaremos contribuyendo a disminuir el trabajo concreto del sector que más resultados a ofrecido en los últimos diez años junto al de las bibliotecas independientes.
Para refrendar lo expuesto, propongo que cualquier dudoso examine por quienes y por cuales vías la existencia de una oposición en Cuba ha sido divulgada sistemáticamente más allá de nuestras costas. Y no es precisamente por la prensa extranjera.
Hay una realidad que no se puede negar, la gran desinformación que existe en Cuba solamente se puede llenar mediante la retroalimentación proveniente de canales de comunicación conectados con las necesidades de información del cubano de a pie y son los periodistas independientes los que estamos en contacto con la calle. Recogemos directamente lo que dicen las personas, sus preocupaciones, sus deseos.
Ahora bien, aquí está en buena parte nuestro desafío, es el de mejorar incansablemente nuestros mensajes, escoger lo que sirve. Saber cómo comunicar mejor el mensaje, a quien va destinado, ofrecerle los temas que interesen a ese público que espera por nosotros. FIN. LG/07.
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LA VIVIENDA DE NATACHA

LA VIVIENDA DE NATACHA
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Natacha es una prima paterna de Julio. Este primo mío la visita en su casa del Vedado de vez en cuando, últimamente la visita poco en realidad. Y en cada ocasión, recuerdan sus salidas nocturnas en una Habana que disponía variados centros de recreación para disfrute de sus residentes y visitantes provincianos.
Sin embargo, me cuenta Julio que su prima Natacha lo recibe en el portal desde hace unos años. La razón no es otra que ahorrarle la mala impresión del interior de la vivienda y de los desvencijados muebles que puede llevarse la visita familiar.
La casa de la prima Natacha que también fue de sus padres ha perdido ya la mitad del techo y la sexagenaria no tiene medios suficientes para reparar el desastre de una casa con unos muros que cargan cerca de cien años.
Esta realidad es la que viven ahora mismo tantos cubanos. Viven en viviendas en muy mal estado, prácticamente inhabitables. Recientemente, una funcionaria de la municipalidad de La Habana Vieja reveló en una entrevista de un canal nacional de la televisión que en esa zona de la capital cubana existían unas veinte mil familias que habitan en viviendas situadas en ciudadelas cuyo estado constructivo es pésimo. Siempre hay quien se arriesga y se construye una habitación con desechos de maderas en el patio de la casa de los padres, si hay espacio, pero con mínimas condiciones de hábitat.
A pesar de las construcciones anuales de varios miles de viviendas por parte del gobierno, las cifras no alcanzan nunca para satisfacer las necesidades de la población. Necesidades que pueden clasificarse en dos categorías: las que están obligadas a abandonar una vivienda sin posibilidad de reparación y las que necesitan ampliarse por convivir en una sola vivienda varias generaciones de una misma familia.
Un francés de paso por La Habana me contó que en su país, debido a los altos precios del metro cuadrado de las casas y apartamentos, los jóvenes prefieren vivir con sus padres hasta más allá de los treinta años. ¡Y me lo dijo como si fuera algo muy raro!
La forma de vida familiar en Cuba ha vuelto a ser casi a partir del clan. Y la opción más socorrida actualmente es la de la emigración para tener su casa.
Así sucedió con Marlén de reciente visita con sus hijos en La Habana. Residente en Nueva Jersey, desde hace unos años, solo gracias a la lotería de visas estadounidense, pudo tener un apartamento para ella y sus hijos. Y aunque extraña a su madre, hermanas y sobrinas, no lamenta para nada haber salido del cuarto con barbacoa en que vivió muchos años en el reducido apartamento donde viven todavía su madre, dos hermanas y cuatro sobrinos adolescentes.
¿Qué posibilidades reales tiene los jóvenes de tener una vivienda si desean contraer matrimonio? Muy pocas, para no tocar el extremo de decir ninguna. Esto conspira hoy día con la baja tasa de natalidad en el país, además de otros factores. Es muy extraño encontrar ya familias con una prole numerosa. Y en los próximos diez años, los cubanos mayores de cincuenta años serán una buena parte de la población. El envejecimiento de la población traerá entonces nuevas necesidades. Fin. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Natacha es una prima paterna de Julio. Este primo mío la visita en su casa del Vedado de vez en cuando, últimamente la visita poco en realidad. Y en cada ocasión, recuerdan sus salidas nocturnas en una Habana que disponía variados centros de recreación para disfrute de sus residentes y visitantes provincianos.
Sin embargo, me cuenta Julio que su prima Natacha lo recibe en el portal desde hace unos años. La razón no es otra que ahorrarle la mala impresión del interior de la vivienda y de los desvencijados muebles que puede llevarse la visita familiar.
La casa de la prima Natacha que también fue de sus padres ha perdido ya la mitad del techo y la sexagenaria no tiene medios suficientes para reparar el desastre de una casa con unos muros que cargan cerca de cien años.
Esta realidad es la que viven ahora mismo tantos cubanos. Viven en viviendas en muy mal estado, prácticamente inhabitables. Recientemente, una funcionaria de la municipalidad de La Habana Vieja reveló en una entrevista de un canal nacional de la televisión que en esa zona de la capital cubana existían unas veinte mil familias que habitan en viviendas situadas en ciudadelas cuyo estado constructivo es pésimo. Siempre hay quien se arriesga y se construye una habitación con desechos de maderas en el patio de la casa de los padres, si hay espacio, pero con mínimas condiciones de hábitat.
A pesar de las construcciones anuales de varios miles de viviendas por parte del gobierno, las cifras no alcanzan nunca para satisfacer las necesidades de la población. Necesidades que pueden clasificarse en dos categorías: las que están obligadas a abandonar una vivienda sin posibilidad de reparación y las que necesitan ampliarse por convivir en una sola vivienda varias generaciones de una misma familia.
Un francés de paso por La Habana me contó que en su país, debido a los altos precios del metro cuadrado de las casas y apartamentos, los jóvenes prefieren vivir con sus padres hasta más allá de los treinta años. ¡Y me lo dijo como si fuera algo muy raro!
La forma de vida familiar en Cuba ha vuelto a ser casi a partir del clan. Y la opción más socorrida actualmente es la de la emigración para tener su casa.
Así sucedió con Marlén de reciente visita con sus hijos en La Habana. Residente en Nueva Jersey, desde hace unos años, solo gracias a la lotería de visas estadounidense, pudo tener un apartamento para ella y sus hijos. Y aunque extraña a su madre, hermanas y sobrinas, no lamenta para nada haber salido del cuarto con barbacoa en que vivió muchos años en el reducido apartamento donde viven todavía su madre, dos hermanas y cuatro sobrinos adolescentes.
¿Qué posibilidades reales tiene los jóvenes de tener una vivienda si desean contraer matrimonio? Muy pocas, para no tocar el extremo de decir ninguna. Esto conspira hoy día con la baja tasa de natalidad en el país, además de otros factores. Es muy extraño encontrar ya familias con una prole numerosa. Y en los próximos diez años, los cubanos mayores de cincuenta años serán una buena parte de la población. El envejecimiento de la población traerá entonces nuevas necesidades. Fin. LG/07.
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LA AFICIÓN PREFERIDA DEL HABANERO

LA AFICIÓN PREFERIDA DEL HABANERO
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-06-14.
El francés Gabriel Veyre, cuando desembarcó por el puerto capitalino a finales del siglo 19, no imaginó que el invento del cinematógrafo que mostraría a los cubanos sería uno de sus pasatiempos definitivos al cabo de medio siglo.
Aún recuerdo cuando mis padres me llevaron por primera al cine de Radiocentro, actualmente rebautizado por Yara, no se por cual razón, si no es política. Allí, si la memoria no me falla, exhibían una película intitulada Aventura en los mares del Sur. Tengo muy claro en la memoria, la presencia de las tres cabinas de proyección de la sala y la enorme pantalla que permitía el efecto en los asistentes de navegar en aquel barco y el sube y baja del mismo por las fuertes olas del Pacífico Sur. Tampoco, olvidé el mareo que me produjo.
Asimismo nunca borraré de la memoria las tandas vespertinas en el Dúplex - Rex Cinema, una de las salas más elegantes de la capital cubana en sus mejores momentos. Después de merendar a expensas de una mis tías en la cafetería de Flogar a tres cuadras de distancia, íbamos a ver documentales y cartones animados. De allí, me impresionaba la atmósfera de intimidad y semioscuridad del lobby con su enorme pecera y la elegancia del público.
La Habana llegó a tener 134 cines. La cifra de asientos (lunetas) en conjunto en toda la ciudad era capaz de acoger a más de medio millón de cinéfilos. La sala más grande de la capital era la del Blanquita (hoy Karl Marx) en Miramar con 6 730 lunetas. Si contar con tres autocines instalados en Tarará, Mediodía (Novia del Mediodía) y Vento con espacio de parqueo para un total de 1 866 autos. La penumbra del interior de su auto sustituía a la de la sala de cine. Además, había venta de bebidas y golosinas en la mayoría de las salas y en los tres autocines.
Tan fuerte fue la afición del habanero en los años 40 y 50 al cine que un escritor como G. Cabrera Infante dejó testimonio con su obra novelística de la huella de las salas de cine de los habaneros. Evidentemente, la capital cubana llegó a tener más salas de cines de 35 mm que París y Nueva York en esa misma época.
En 1959, para ir al cine, se buscaba en los periódicos la página de espectáculos y había una lista larguísima de salas de cine a escoger y para todos los gustos. Para el habanero de hoy, el número de cines con que su ciudad contaba debe parecer cosa de sueños.

En el presente, muchos de aquellos cines de antaño han sucumbido ante los embates del tiempo, la falta de reparaciones constructivas, los cierres y el abandono. Los que aún quedan abiertos carecen de las comodidades mínimas de los modernos cines de las grandes ciudades que un día, hace medio siglo, La Habana aventajó en número de salas.
Aunque en el presente, haya muestras de cine extranjero y un Festival de cine todos los años a principio de diciembre, la afluencia de los capitalinos a los cines no alcanza cifras relevantes como años atrás.
Hoy, el residente habanero lo piensa tres veces antes de salir de su casa los fines de semana. Atraído por la comodidad de ver una película DVD sin salir de casa o impedido por las dificultades del transporte en una ciudad tan extensa y además por el hecho de que los cines, aún en mejor funcionamiento, están concentrados en el centro de la ciudad. FIN. LG/09.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-06-14.
El francés Gabriel Veyre, cuando desembarcó por el puerto capitalino a finales del siglo 19, no imaginó que el invento del cinematógrafo que mostraría a los cubanos sería uno de sus pasatiempos definitivos al cabo de medio siglo.
Aún recuerdo cuando mis padres me llevaron por primera al cine de Radiocentro, actualmente rebautizado por Yara, no se por cual razón, si no es política. Allí, si la memoria no me falla, exhibían una película intitulada Aventura en los mares del Sur. Tengo muy claro en la memoria, la presencia de las tres cabinas de proyección de la sala y la enorme pantalla que permitía el efecto en los asistentes de navegar en aquel barco y el sube y baja del mismo por las fuertes olas del Pacífico Sur. Tampoco, olvidé el mareo que me produjo.
Asimismo nunca borraré de la memoria las tandas vespertinas en el Dúplex - Rex Cinema, una de las salas más elegantes de la capital cubana en sus mejores momentos. Después de merendar a expensas de una mis tías en la cafetería de Flogar a tres cuadras de distancia, íbamos a ver documentales y cartones animados. De allí, me impresionaba la atmósfera de intimidad y semioscuridad del lobby con su enorme pecera y la elegancia del público.
La Habana llegó a tener 134 cines. La cifra de asientos (lunetas) en conjunto en toda la ciudad era capaz de acoger a más de medio millón de cinéfilos. La sala más grande de la capital era la del Blanquita (hoy Karl Marx) en Miramar con 6 730 lunetas. Si contar con tres autocines instalados en Tarará, Mediodía (Novia del Mediodía) y Vento con espacio de parqueo para un total de 1 866 autos. La penumbra del interior de su auto sustituía a la de la sala de cine. Además, había venta de bebidas y golosinas en la mayoría de las salas y en los tres autocines.
Tan fuerte fue la afición del habanero en los años 40 y 50 al cine que un escritor como G. Cabrera Infante dejó testimonio con su obra novelística de la huella de las salas de cine de los habaneros. Evidentemente, la capital cubana llegó a tener más salas de cines de 35 mm que París y Nueva York en esa misma época.
En 1959, para ir al cine, se buscaba en los periódicos la página de espectáculos y había una lista larguísima de salas de cine a escoger y para todos los gustos. Para el habanero de hoy, el número de cines con que su ciudad contaba debe parecer cosa de sueños.

En el presente, muchos de aquellos cines de antaño han sucumbido ante los embates del tiempo, la falta de reparaciones constructivas, los cierres y el abandono. Los que aún quedan abiertos carecen de las comodidades mínimas de los modernos cines de las grandes ciudades que un día, hace medio siglo, La Habana aventajó en número de salas.
Aunque en el presente, haya muestras de cine extranjero y un Festival de cine todos los años a principio de diciembre, la afluencia de los capitalinos a los cines no alcanza cifras relevantes como años atrás.
Hoy, el residente habanero lo piensa tres veces antes de salir de su casa los fines de semana. Atraído por la comodidad de ver una película DVD sin salir de casa o impedido por las dificultades del transporte en una ciudad tan extensa y además por el hecho de que los cines, aún en mejor funcionamiento, están concentrados en el centro de la ciudad. FIN. LG/09.
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miércoles, 3 de junio de 2009

FUNDACIÓN POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

FUNDACIÓN POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Calle Libertad no. 126-B (interior) entre Mª Luisa y Unión, Mantilla, Arroyo Naranjo, La Habana.

RESUMEN DEL TRABAJO 03- 08 DE LA FUNDACIÓN POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

La Fundación por la Libertad de Expresión se creó en julio del 2003 y tuvo como motivación principal dar una respuesta a la represión de marzo del 2003 contra la Prensa Independiente y la Oposición en Cuba.
Desde la fecha de creación la dirección de la fundación está a cargo de su fundador Luís García Vega (Lucas Garve), periodista independiente desde el 1995.
La dirección de la Fundación por la Libertad de Expresión cuenta con un consejo de colaboración: Reinaldo Cosano, Aimée Cabrera, Víctor M. Domínguez, Ana L. Díaz.
En general, la FLE ha realizado actividades para promover el desarrollo de los periodistas independientes desde su creación.
2004 – Primera edición del Premio por la Libertad de Expresión. (En conmemoración del 20 de mayo, fecha de instauración de la República de Cuba)
Edición del folleto “La Paciencia todo lo alcanza” (fotos y textos de la labor de las Damas de Blanco.
Edición de Memoria del Primer Premio por la Libertad de Expresión.
Realización de un vídeo de Damas de Blanco enviado al extranjero.
Atención a familiares de periodistas presos.
2005- Segunda edición del Premio por la Libertad de Expresión.
Presentación trimestral del Reporte de hostigamiento y Represión a periodistas independientes (divulgación nacional e internacional).
Conferencias, exhibición de vídeos y talleres de periodismo y comunicación social en colaboración con grupos de oposición.
Atención a periodistas presos: realización de entrevistas a esposas de periodistas presos, distribución de medicinas y gestiones de ayuda a familiares de presos de marzo 2003, promoción de campaña de liberación de periodistas encarcelados a través de organizaciones profesionales internacionales (WAN).
Edición de Memoria del Segundo Premio por la Libertad de Expresión.
Apoyo en la comunicación y audiovisual y divulgación internacional a la Primera Reunión General de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.
En colaboración con Carta de Cuba, Luís García Vega (Lucas Garve) escribió y preparó la edición del libro “Dime cómo hablas…”, un análisis sobre la situación lingüística actual en Cuba.
Nominación de candidatos cubanos al premio Internacional Reebok Internacional 2005
2006- Tercera edición del Premio por la Libertad de Expresión.
Edición de la Memoria del Tercer Premio por la Libertad de Expresión.
Realización y distribución del Reporte trimestral de hostigamiento y represión a periodistas independientes.
Confección, edición y distribución nacional e internacional del Boletín de la Fundación por la Libertad de Expresión.
Confección del Boletín de la APSC colaboración con esta organización.
Confección y distribución de un Manuel para Periodistas independientes: ABC para periodistas.
Preparación de una exposición de fotos enviada a la Junta Patriótica Cubana en los EEUU para ser expuestas en su cena anual 2007.
Colaboración con la Junta Patriótica Cubana en EEUU para divulgación de denuncias de violaciones de DH en Cuba y con el CPJ de Nueva York en los casos de periodistas independientes.
Participación en campaña de liberación de periodistas independientes y otros presos de conciencia a través de organismos internacionales.
Nominación de candidatos al Premio de Derechos Humanos Reebok Internacional 2005.
Promoción en Cuba y participación en el concurso de periodismo Premio Natali de la UE.
Publicación y presentación del libro “Dime cómo hablas…” de Lucas Garve en la Feria del Libro de Miami y en la sede de la Fundación Hispanoamericana en Madrid por el editor de Carta de Cuba José Rivero.
Preparación y envío de materiales para la confección de dos libros: 1- Cartas de presos políticos y 2- Antología de poesía de periodistas independientes y opositores a la Comisión de DH de la Junta Patriótica Cubana de EEUU en Miami para su publicación.

2007- Preparación, edición y confección del Boletín de la Fundación por la Libertad de Expresión dedicado a artículos de periodistas independientes que colaboran con la Fundación en Cuba.
Preparación, confección y distribución del Reporte trimestral sobre hostigamientos y represión a periodistas independientes.
Participación desde Cuba en la exposición de fotos de la cena anual de la Junta Patriótica de Miami.
Apoyo a al creación del PEN Club de Cuba. (En formación)
Preparación de la Cuarta edición del Premio por la Libertad de Expresión.
Apoyo y divulgación en la prensa independiente del Primer Congreso de Bibliotecas independientes de la APSC.
Preparación y confección del Boletín enero, mayo y julio 2007 de la APSC.
Premio anual 07 de la Fundación por la Libertad de Expresión a periodistas independientes.
Distribución entre periodistas noveles del ABC del periodismo para iniciar nivel elemental de colaboraciones informativas. Realización por Lucas Garve de un vídeo sobre la destacada opositora Lic. Marta Beatriz Roque Cabello (se puede ver en YouTube)

2008- Curso de desarrollo periodístico ofrecido por Lucas Garve a Grupo mediático Consenso quienes editan un periódico Noticias Consenso.
Participación de miembros de la Fundación por la Libertad de Expresión en actividades del PEN Club de Cuba en formación.
Fase de Preparación del Premio Anual 08 5ta Edición de la Fundación por la Libertad de Expresión.

MSc. Luís García Vega (Lucas Garve)
Fundación por la Libertad de Expresión.

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La Fundación por la Libertad de Expresión se creó en julio del 2003 y tuvo como motivación principal dar una respuesta a la represión de marzo del 2003 contra la Prensa Independiente y la Oposición en Cuba.
Desde la fecha de creación la dirección de la fundación está a cargo de su fundador Luís García Vega (Lucas Garve), periodista independiente desde el 1995.
La dirección de la Fundación por la Libertad de Expresión cuenta con un consejo de colaboración: Reinaldo Cosano, Aimée Cabrera, Víctor M. Domínguez, Ana L. Díaz.
En general, la FLE ha realizado actividades para promover el desarrollo de los periodistas independientes desde su creación.
2004 – Primera edición del Premio por la Libertad de Expresión. (En conmemoración del 20 de mayo, fecha de instauración de la República de Cuba)
Edición del folleto “La Paciencia todo lo alcanza” (fotos y textos de la labor de las Damas de Blanco.
Edición de Memoria del Primer Premio por la Libertad de Expresión.
Realización de un vídeo de Damas de Blanco enviado al extranjero.
Atención a familiares de periodistas presos.
2005- Segunda edición del Premio por la Libertad de Expresión.
Presentación trimestral del Reporte de hostigamiento y Represión a periodistas independientes (divulgación nacional e internacional).
Conferencias, exhibición de vídeos y talleres de periodismo y comunicación social en colaboración con grupos de oposición.
Atención a periodistas presos: realización de entrevistas a esposas de periodistas presos, distribución de medicinas y gestiones de ayuda a familiares de presos de marzo 2003, promoción de campaña de liberación de periodistas encarcelados a través de organizaciones profesionales internacionales (WAN).
Edición de Memoria del Segundo Premio por la Libertad de Expresión.
Apoyo en la comunicación y audiovisual y divulgación internacional a la Primera Reunión General de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.
En colaboración con Carta de Cuba, Luís García Vega (Lucas Garve) escribió y preparó la edición del libro “Dime cómo hablas…”, un análisis sobre la situación lingüística actual en Cuba.
Nominación de candidatos cubanos al premio Internacional Reebok Internacional 2005
2006- Tercera edición del Premio por la Libertad de Expresión.
Edición de la Memoria del Tercer Premio por la Libertad de Expresión.
Realización y distribución del Reporte trimestral de hostigamiento y represión a periodistas independientes.
Confección, edición y distribución nacional e internacional del Boletín de la Fundación por la Libertad de Expresión.
Confección del Boletín de la APSC colaboración con esta organización.
Confección y distribución de un Manuel para Periodistas independientes: ABC para periodistas.
Preparación de una exposición de fotos enviada a la Junta Patriótica Cubana en los EEUU para ser expuestas en su cena anual 2007.
Colaboración con la Junta Patriótica Cubana en EEUU para divulgación de denuncias de violaciones de DH en Cuba y con el CPJ de Nueva York en los casos de periodistas independientes.
Participación en campaña de liberación de periodistas independientes y otros presos de conciencia a través de organismos internacionales.
Nominación de candidatos al Premio de Derechos Humanos Reebok Internacional 2005.
Promoción en Cuba y participación en el concurso de periodismo Premio Natali de la UE.
Publicación y presentación del libro “Dime cómo hablas…” de Lucas Garve en la Feria del Libro de Miami y en la sede de la Fundación Hispanoamericana en Madrid por el editor de Carta de Cuba José Rivero.
Preparación y envío de materiales para la confección de dos libros: 1- Cartas de presos políticos y 2- Antología de poesía de periodistas independientes y opositores a la Comisión de DH de la Junta Patriótica Cubana de EEUU en Miami para su publicación.

2007- Preparación, edición y confección del Boletín de la Fundación por la Libertad de Expresión dedicado a artículos de periodistas independientes que colaboran con la Fundación en Cuba.
Preparación, confección y distribución del Reporte trimestral sobre hostigamientos y represión a periodistas independientes.
Participación desde Cuba en la exposición de fotos de la cena anual de la Junta Patriótica de Miami.
Apoyo a al creación del PEN Club de Cuba. (En formación)
Preparación de la Cuarta edición del Premio por la Libertad de Expresión.
Apoyo y divulgación en la prensa independiente del Primer Congreso de Bibliotecas independientes de la APSC.
Preparación y confección del Boletín enero, mayo y julio 2007 de la APSC.
Premio anual 07 de la Fundación por la Libertad de Expresión a periodistas independientes.
Distribución entre periodistas noveles del ABC del periodismo para iniciar nivel elemental de colaboraciones informativas. Realización por Lucas Garve de un vídeo sobre la destacada opositora Lic. Marta Beatriz Roque Cabello (se puede ver en YouTube)

2008- Curso de desarrollo periodístico ofrecido por Lucas Garve a Grupo mediático Consenso quienes editan un periódico Noticias Consenso.
Participación de miembros de la Fundación por la Libertad de Expresión en actividades del PEN Club de Cuba en formación.
Fase de Preparación del Premio Anual 08 5ta Edición de la Fundación por la Libertad de Expresión.

MSc. Luís García Vega (Lucas Garve)
Fundación por la Libertad de Expresión.

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VOLVER

VOLVER
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2007-04-03.

Ya sé que el título también es el de un archiconocido tango, pero el regreso de Clarita no está muy lejos de esas historias cantadas por los cultores de ese apreciado género musical.
Pues la Clarita regresó ya de Francia con su flamante marido. - ¡Que ya vino, si se fue sólo hace dos meses!, exclamó la Cuca, la vecina de los bajos asombrada.
- ¿Y qué trapos trajo?, se interesó la hija de Cuca, siempre pendiente de la última moda.
-Que yo haya visto vino vestida con ropa de tela de camuflaje, afirmó la madre de Cuca desde su sillón junto a la ventana. ¡Y no se la quita!
Mientras, una vecina de la esquina que escuchaba la conversación porque la hija de Cuca le hacía la manicura, apuntó sin dejar lugar a dudas que trajo un maletón grande y un traje de Spiderman para el nieto de cuatro años, porque no ha pasado nada con el marido sexagenario que tiene, por el momento, vino para el cumpleaños del nieto que es su locura.
Así como van las cosas, pronto el mulatito integrará las filas de alumnos emigrantes en cualquier escuela pública francesa. -¡Porque ella vino para arreglarle los papeles a la hija!, concluyó la vecina para dejar claro que ella sí era dueña de toda la información.
En tanto, Clarita, alojada en su antiguo cuarto en casa de su mamá, donde siempre vivió, apretaba su ropa interior en la gaveta de la cómoda que fue de ella y ahora de su hija, ante la mirada complacida de Stephane, el sexagenario galo, marido de la mulata Clarita.
Pero lo que sorprendió a su hija, no fue el traje de Spiderman que su mamá regaló al niño, sino el deseo de montar en bici taxi que la última manifestó.
-¿Pero mami, tú has venido de Francia acá a montar en un bici taxi?, espetó un poco preocupada por la salud mental de la mamá, ya por la cuarta década y unos añitos más.
- Chica, sí, tú no sabes lo que es pasarte dos meses con un frío que te pela la nariz si sales a la calle y la única opción es quedarte dentro de tu casa a mirar por la ventana.
Entonces la vieja madre de Clarita, la Yolanda luego de entrar al cuarto no tardó en preguntar. -¿Niña, y este hombre no habla?
-Sí mamá, pero si tú no sabes francés, él que te va a decir, además está cansado del viaje, recuerda que tuvimos que coger un tren a París y después el avión para acá, ¡cuántas horas de viaje!
-Bueno, no tantas como las que pasó mi hermana Julia cuando vino de Guantánamo el mes pasado, ¡ah! ¿Y dónde tú vives allá es un campo? ¿Y por qué no te embullas y van hasta Guantánamo para que Estepan conozca aquello?
-Abuela, cállate la boca, acotó la hija de Clarita enseguida, ¿Qué va hacer mi mamá con Stéphane en Guantánamo, en casa de tía Juliana, con las tres varas de hambre y necesidad que tienen esos negros, capaz que se gaste todo el dinero por allá ¿y nosotros, qué?, además no se dice “este pan”, ¡el “pan este” es el de todos los días en el desayuno!. Clarita miró a su hija con ojos de regaño, pero una luz benevolente le pasó por la mirada, ya estaba en lo suyo otra vez, en cuanto acabara de arreglar el cuarto, saldría a la calle a buscar un bici taxi. Tenía que comprar algunas cosas que ya vio hacían falta, quizás, hasta un sillón nuevo…el de su mamá parecía que estaba al romperse. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2007-04-03.

Ya sé que el título también es el de un archiconocido tango, pero el regreso de Clarita no está muy lejos de esas historias cantadas por los cultores de ese apreciado género musical.
Pues la Clarita regresó ya de Francia con su flamante marido. - ¡Que ya vino, si se fue sólo hace dos meses!, exclamó la Cuca, la vecina de los bajos asombrada.
- ¿Y qué trapos trajo?, se interesó la hija de Cuca, siempre pendiente de la última moda.
-Que yo haya visto vino vestida con ropa de tela de camuflaje, afirmó la madre de Cuca desde su sillón junto a la ventana. ¡Y no se la quita!
Mientras, una vecina de la esquina que escuchaba la conversación porque la hija de Cuca le hacía la manicura, apuntó sin dejar lugar a dudas que trajo un maletón grande y un traje de Spiderman para el nieto de cuatro años, porque no ha pasado nada con el marido sexagenario que tiene, por el momento, vino para el cumpleaños del nieto que es su locura.
Así como van las cosas, pronto el mulatito integrará las filas de alumnos emigrantes en cualquier escuela pública francesa. -¡Porque ella vino para arreglarle los papeles a la hija!, concluyó la vecina para dejar claro que ella sí era dueña de toda la información.
En tanto, Clarita, alojada en su antiguo cuarto en casa de su mamá, donde siempre vivió, apretaba su ropa interior en la gaveta de la cómoda que fue de ella y ahora de su hija, ante la mirada complacida de Stephane, el sexagenario galo, marido de la mulata Clarita.
Pero lo que sorprendió a su hija, no fue el traje de Spiderman que su mamá regaló al niño, sino el deseo de montar en bici taxi que la última manifestó.
-¿Pero mami, tú has venido de Francia acá a montar en un bici taxi?, espetó un poco preocupada por la salud mental de la mamá, ya por la cuarta década y unos añitos más.
- Chica, sí, tú no sabes lo que es pasarte dos meses con un frío que te pela la nariz si sales a la calle y la única opción es quedarte dentro de tu casa a mirar por la ventana.
Entonces la vieja madre de Clarita, la Yolanda luego de entrar al cuarto no tardó en preguntar. -¿Niña, y este hombre no habla?
-Sí mamá, pero si tú no sabes francés, él que te va a decir, además está cansado del viaje, recuerda que tuvimos que coger un tren a París y después el avión para acá, ¡cuántas horas de viaje!
-Bueno, no tantas como las que pasó mi hermana Julia cuando vino de Guantánamo el mes pasado, ¡ah! ¿Y dónde tú vives allá es un campo? ¿Y por qué no te embullas y van hasta Guantánamo para que Estepan conozca aquello?
-Abuela, cállate la boca, acotó la hija de Clarita enseguida, ¿Qué va hacer mi mamá con Stéphane en Guantánamo, en casa de tía Juliana, con las tres varas de hambre y necesidad que tienen esos negros, capaz que se gaste todo el dinero por allá ¿y nosotros, qué?, además no se dice “este pan”, ¡el “pan este” es el de todos los días en el desayuno!. Clarita miró a su hija con ojos de regaño, pero una luz benevolente le pasó por la mirada, ya estaba en lo suyo otra vez, en cuanto acabara de arreglar el cuarto, saldría a la calle a buscar un bici taxi. Tenía que comprar algunas cosas que ya vio hacían falta, quizás, hasta un sillón nuevo…el de su mamá parecía que estaba al romperse. FIN. LG/07.
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SEXO Y LENGUAJE

SEXO Y LENGUAJE
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Hoy en día hay existe una tendencia en ciertos círculos a reconocer el empleo de un lenguaje sexista. Ello implica el reconocimiento del reflejo de las condiciones de dominación reproducidas durante muchos siglos por una cultura de carácter patriarcal.
Simplemente, lo anterior se trata del empleo del masculino al definir profesiones u oficios que actualmente lo desempeñan igualmente mujeres y hombres. El ejemplo más socorrido es la palabra chofer.
En el presente, aún cuando millones de mujeres conducen un vehiculo automotor, continuamos nombrándolas con el vocablo “chofer”. Hasta ahora mismo, jamás he escuchado decirles “chofera” o “choferesa”. Mientras ante la proliferación de féminas en las barberías cubanas, he escuchado con frecuencia el empleo de “barbera”.
Es conocido de todos los hispanohablantes que en nuestra lengua el plural masculino es incluyente del género femenino. Así cuando decimos los hombres con sentido abarcador de “humanidad”, se incluyen las mujeres. Al buscar en el diccionario de la RAE (Real Academia Española) encontré que la primera acepción de la palabra “hombre” expresa lo siguiente: “Hombre: ser animado racional, hombre o mujer”. Sin embargo, en cuanto a la definición de las féminas anotan: “Mujer: Persona del sexo femenino”.
Ello excluye de la definición de la mujer a la racionalidad por lo que observo. En el caso de “Mujer de gobierno”, apunta el DRAE que significa: “criada que tenía a su cargo el gobierno de la casa”. Mientras un “hombre público” es alguien que tiene presencia o influjo social, la “mujer pública” es una fémina que se dedica a ejercer el oficio de prostituta.
Un caso parecido ocurre con la palabra “jefe” y el femenino correspondiente “jefa”. Veamos que la primera significa “Superior o cabeza de una corporación, partido u oficio. En tanto, el femenino posee la significación de: “Superiora o cabeza de un cuerpo u oficio.// Mujer del jefe.
Estimo que con estos ejemplos es suficiente para darnos cuenta de hasta qué punto la lengua marca la división de los roles de género. Lo que hace el hombre y lo que hace la mujer, según los convencionalismos sociales marcados.
Pero hay que tener cuidado si usted desea tomar en cuenta esta cuestión del género en el lenguaje, porque lo que sería incorrecto es inventar disparates al apartarse de las reglas gramaticales al uso.
Por eso, acudo a consultar un buen libro de consulta y estudio: “El Estilo del periodista” de Alex Grijalbo, quien en la página 506 trata el tema del origen del género.
Grijalbo parte del hecho de que los géneros del español tienen como antecedentes los empleados en el latín. Observa que en la evolución del español el sistema de tres géneros (masculino, femenino y neutro) se ha quedado en dos, masculino y femenino. Para concluir, el autor admite que “muchas de las caprichosas formaciones del femenino proceden simplemente de la genética gramatical, consecuencia de la desaparición del neutro latino y de la adaptación de las declinaciones de aquel idioma”.
En lo que respecta al uso que se da en la prensa al tema que nos interesa hay mucha tela por donde cortar, por ejemplo: evitar el uso de palabras asimétricas, por ejemplo no es igual decir “un hombre de vida fácil” que lo mismo de una mujer. Debemos evitar además el empleo del vocablo hombre como un genérico singular, por ejemplo: los derechos del hombre en lugar de los derechos humanos o emplear “el hombre de la calle” cuando se debe decir “la gente de la calle”, o “los niños” a la hora de hablar de “la infancia” que sí agrupa a las niñas y los niños.
También se debe evitar escribir sobre “la mujer de…” y en su lugar decir “la esposa de…” Entonces para evitar la exclusión del femenino en los medios de comunicación se propone utilizar:
En lugar de… Emplear…
El hombre La humanidad
El cuerpo del hombre Los derechos humanos
La inteligencia del hombre La inteligencia humana
El trabajo del hombre El trabajo humano
El hombre de la calle La gente de la calle
A la medida del hombre A la medida de la gente
De esta forma emplearíamos un lenguaje incluyente y no por el contrario que escondiera la presencia del género femenino, además de expresarnos bien al usar correctamente nuestra rica lengua española. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Hoy en día hay existe una tendencia en ciertos círculos a reconocer el empleo de un lenguaje sexista. Ello implica el reconocimiento del reflejo de las condiciones de dominación reproducidas durante muchos siglos por una cultura de carácter patriarcal.
Simplemente, lo anterior se trata del empleo del masculino al definir profesiones u oficios que actualmente lo desempeñan igualmente mujeres y hombres. El ejemplo más socorrido es la palabra chofer.
En el presente, aún cuando millones de mujeres conducen un vehiculo automotor, continuamos nombrándolas con el vocablo “chofer”. Hasta ahora mismo, jamás he escuchado decirles “chofera” o “choferesa”. Mientras ante la proliferación de féminas en las barberías cubanas, he escuchado con frecuencia el empleo de “barbera”.
Es conocido de todos los hispanohablantes que en nuestra lengua el plural masculino es incluyente del género femenino. Así cuando decimos los hombres con sentido abarcador de “humanidad”, se incluyen las mujeres. Al buscar en el diccionario de la RAE (Real Academia Española) encontré que la primera acepción de la palabra “hombre” expresa lo siguiente: “Hombre: ser animado racional, hombre o mujer”. Sin embargo, en cuanto a la definición de las féminas anotan: “Mujer: Persona del sexo femenino”.
Ello excluye de la definición de la mujer a la racionalidad por lo que observo. En el caso de “Mujer de gobierno”, apunta el DRAE que significa: “criada que tenía a su cargo el gobierno de la casa”. Mientras un “hombre público” es alguien que tiene presencia o influjo social, la “mujer pública” es una fémina que se dedica a ejercer el oficio de prostituta.
Un caso parecido ocurre con la palabra “jefe” y el femenino correspondiente “jefa”. Veamos que la primera significa “Superior o cabeza de una corporación, partido u oficio. En tanto, el femenino posee la significación de: “Superiora o cabeza de un cuerpo u oficio.// Mujer del jefe.
Estimo que con estos ejemplos es suficiente para darnos cuenta de hasta qué punto la lengua marca la división de los roles de género. Lo que hace el hombre y lo que hace la mujer, según los convencionalismos sociales marcados.
Pero hay que tener cuidado si usted desea tomar en cuenta esta cuestión del género en el lenguaje, porque lo que sería incorrecto es inventar disparates al apartarse de las reglas gramaticales al uso.
Por eso, acudo a consultar un buen libro de consulta y estudio: “El Estilo del periodista” de Alex Grijalbo, quien en la página 506 trata el tema del origen del género.
Grijalbo parte del hecho de que los géneros del español tienen como antecedentes los empleados en el latín. Observa que en la evolución del español el sistema de tres géneros (masculino, femenino y neutro) se ha quedado en dos, masculino y femenino. Para concluir, el autor admite que “muchas de las caprichosas formaciones del femenino proceden simplemente de la genética gramatical, consecuencia de la desaparición del neutro latino y de la adaptación de las declinaciones de aquel idioma”.
En lo que respecta al uso que se da en la prensa al tema que nos interesa hay mucha tela por donde cortar, por ejemplo: evitar el uso de palabras asimétricas, por ejemplo no es igual decir “un hombre de vida fácil” que lo mismo de una mujer. Debemos evitar además el empleo del vocablo hombre como un genérico singular, por ejemplo: los derechos del hombre en lugar de los derechos humanos o emplear “el hombre de la calle” cuando se debe decir “la gente de la calle”, o “los niños” a la hora de hablar de “la infancia” que sí agrupa a las niñas y los niños.
También se debe evitar escribir sobre “la mujer de…” y en su lugar decir “la esposa de…” Entonces para evitar la exclusión del femenino en los medios de comunicación se propone utilizar:
En lugar de… Emplear…
El hombre La humanidad
El cuerpo del hombre Los derechos humanos
La inteligencia del hombre La inteligencia humana
El trabajo del hombre El trabajo humano
El hombre de la calle La gente de la calle
A la medida del hombre A la medida de la gente
De esta forma emplearíamos un lenguaje incluyente y no por el contrario que escondiera la presencia del género femenino, además de expresarnos bien al usar correctamente nuestra rica lengua española. FIN. LG/07.
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PRENSA INDEPENDIENTE: PELIGROS Y AMENAZAS.

PRENSA INDEPENDIENTE: PELIGROS Y AMENAZAS.

Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.
.
Hace ya más de una década que la labor de informar la realidad en Cuba tomó un camino diametralmente opuesto al de la prensa oficial. Con el surgimiento de cinco agencias de prensa sin depender de los reglamentos oficiales para los medios de comunicación de la isla, se abrió una flamante etapa en la Historia de la prensa cubana. Hoy, ya eso es Historia. Sin embargo, también hoy, hay quienes pretenden cambiar esa historia para su conveniencia y provecho.
La incorporación de nuevas hornadas de mujeres y hombres a la labor de la comunicación después de marzo del 2003 sorprendió a muchos, pero tampoco significó que fueran reemplazados aquellos colegas que fueron a parar a las prisiones.
Ellos no han estado ausentes gracias a la presencia de sus esposas agrupadas en las dignas Damas de Blanco y por el constante llamado de recordación del resto de los periodistas independientes que continuamos sus labores. Realmente, la ausencia de los trabajos periodísticos de los veintitantos informadores independientes prisioneros del régimen se hace sentir en la calidad de una prensa marcada por el riesgo y el azar, más que por una profesionalidad obtenida en el estudio sistemático.
No obstante, esto no quiere decir que la prensa independiente haya perdido su razón de ser, su identidad o sus mejores servidores. Muy a pesar nuestro, algunas voces han pretendido dar por inerte el fenómeno de la prensa independiente cubana, más la misma labor de llevar la información sobre la realidad cubana ocultada por la media oficial a todo el mundo, desmiente tales repuntes protagónicos de unos y cálculos ambiciosos de otros.
Empero la preocupación de informar por un lado y la atención a las amenazas y la represión de los órganos del régimen no pueden cegarnos la visión por completo y cometer la negligencia de tener en cuenta que los peligros que nos acechan no provienen solamente del aparato del gobierno cubano.
Si queremos fundar las bases de la prensa cubana de un futuro de transición democrática nos vemos entonces obligados a demostrar que somos verdaderamente independientes y nuestro juicio y nuestra labor informativa estarán empujados a cumplir con la obligación que el servicio público impone.
No a servir a un grupo, a un partido, a una persona que por muy justamente se haya ganado un lugar destacado entre las filas de la oposición y que pretenda ocupar un espacio que los periodistas independientes han logrado mediante el correcto ejercicio de la comunicación.
Otro peligro deriva de lo anterior porque por su causa, los periodistas serían dependientes de los objetivos de los intereses particulares y generales de criterios ajustados a una organización y la estrechez de puntos de vista ahogaría la pluralidad que debe mantener la labor informadora. Un lastre del periodismo oficial impregnado de partidismo y militancia.
Fatal ha resultado para la prensa independiente que algunos espacios de influencia sean ocupados por uno o dos nombres exclusivamente, los que no reflejan evidentemente el abanico de criterios que podría ofrecer escuchar la riqueza de opiniones de muchos periodistas independientes que acumulan hoy mismo cierta experiencia.
Lamentable que se pretenda desviar e incluso eliminar los cauces que hasta ahora han vertido una ayuda material al sostén de la labor informativa de la prensa independiente, cuando la labor de la información brindada por los periodistas está ahí a la vista de todos, y no en informes o proyectos increíblemente alejados sin duda de la realidad.
De bajar por la cuesta que los conocidos sepultureros de siempre pretenden empujar a la prensa independiente en su conjunto, evidentemente sí estaremos contribuyendo a disminuir el trabajo concreto del sector que más resultados a ofrecido en los últimos diez años junto al de las bibliotecas independientes.
Para refrendar lo expuesto, propongo que cualquier dudoso examine por quienes y por cuales vías la existencia de una oposición en Cuba ha sido divulgada sistemáticamente más allá de nuestras costas. Y no es precisamente por la prensa extranjera.
Hay una realidad que no se puede negar, la gran desinformación que existe en Cuba solamente se puede llenar mediante la retroalimentación proveniente de canales de comunicación conectados con las necesidades de información del cubano de a pie y son los periodistas independientes los que estamos en contacto con la calle. Recogemos directamente lo que dicen las personas, sus preocupaciones, sus deseos.
Ahora bien, aquí está en buena parte nuestro desafío, es el de mejorar incansablemente nuestros mensajes, escoger lo que sirve. Saber cómo comunicar mejor el mensaje, a quien va destinado, ofrecerle los temas que interesen a ese público que espera por nosotros. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.
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Hace ya más de una década que la labor de informar la realidad en Cuba tomó un camino diametralmente opuesto al de la prensa oficial. Con el surgimiento de cinco agencias de prensa sin depender de los reglamentos oficiales para los medios de comunicación de la isla, se abrió una flamante etapa en la Historia de la prensa cubana. Hoy, ya eso es Historia. Sin embargo, también hoy, hay quienes pretenden cambiar esa historia para su conveniencia y provecho.
La incorporación de nuevas hornadas de mujeres y hombres a la labor de la comunicación después de marzo del 2003 sorprendió a muchos, pero tampoco significó que fueran reemplazados aquellos colegas que fueron a parar a las prisiones.
Ellos no han estado ausentes gracias a la presencia de sus esposas agrupadas en las dignas Damas de Blanco y por el constante llamado de recordación del resto de los periodistas independientes que continuamos sus labores. Realmente, la ausencia de los trabajos periodísticos de los veintitantos informadores independientes prisioneros del régimen se hace sentir en la calidad de una prensa marcada por el riesgo y el azar, más que por una profesionalidad obtenida en el estudio sistemático.
No obstante, esto no quiere decir que la prensa independiente haya perdido su razón de ser, su identidad o sus mejores servidores. Muy a pesar nuestro, algunas voces han pretendido dar por inerte el fenómeno de la prensa independiente cubana, más la misma labor de llevar la información sobre la realidad cubana ocultada por la media oficial a todo el mundo, desmiente tales repuntes protagónicos de unos y cálculos ambiciosos de otros.
Empero la preocupación de informar por un lado y la atención a las amenazas y la represión de los órganos del régimen no pueden cegarnos la visión por completo y cometer la negligencia de tener en cuenta que los peligros que nos acechan no provienen solamente del aparato del gobierno cubano.
Si queremos fundar las bases de la prensa cubana de un futuro de transición democrática nos vemos entonces obligados a demostrar que somos verdaderamente independientes y nuestro juicio y nuestra labor informativa estarán empujados a cumplir con la obligación que el servicio público impone.
No a servir a un grupo, a un partido, a una persona que por muy justamente se haya ganado un lugar destacado entre las filas de la oposición y que pretenda ocupar un espacio que los periodistas independientes han logrado mediante el correcto ejercicio de la comunicación.
Otro peligro deriva de lo anterior porque por su causa, los periodistas serían dependientes de los objetivos de los intereses particulares y generales de criterios ajustados a una organización y la estrechez de puntos de vista ahogaría la pluralidad que debe mantener la labor informadora. Un lastre del periodismo oficial impregnado de partidismo y militancia.
Fatal ha resultado para la prensa independiente que algunos espacios de influencia sean ocupados por uno o dos nombres exclusivamente, los que no reflejan evidentemente el abanico de criterios que podría ofrecer escuchar la riqueza de opiniones de muchos periodistas independientes que acumulan hoy mismo cierta experiencia.
Lamentable que se pretenda desviar e incluso eliminar los cauces que hasta ahora han vertido una ayuda material al sostén de la labor informativa de la prensa independiente, cuando la labor de la información brindada por los periodistas está ahí a la vista de todos, y no en informes o proyectos increíblemente alejados sin duda de la realidad.
De bajar por la cuesta que los conocidos sepultureros de siempre pretenden empujar a la prensa independiente en su conjunto, evidentemente sí estaremos contribuyendo a disminuir el trabajo concreto del sector que más resultados a ofrecido en los últimos diez años junto al de las bibliotecas independientes.
Para refrendar lo expuesto, propongo que cualquier dudoso examine por quienes y por cuales vías la existencia de una oposición en Cuba ha sido divulgada sistemáticamente más allá de nuestras costas. Y no es precisamente por la prensa extranjera.
Hay una realidad que no se puede negar, la gran desinformación que existe en Cuba solamente se puede llenar mediante la retroalimentación proveniente de canales de comunicación conectados con las necesidades de información del cubano de a pie y son los periodistas independientes los que estamos en contacto con la calle. Recogemos directamente lo que dicen las personas, sus preocupaciones, sus deseos.
Ahora bien, aquí está en buena parte nuestro desafío, es el de mejorar incansablemente nuestros mensajes, escoger lo que sirve. Saber cómo comunicar mejor el mensaje, a quien va destinado, ofrecerle los temas que interesen a ese público que espera por nosotros. FIN. LG/07.
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LOS MITOS DEL ENGAÑO

LOS MITOS DEL ENGAÑO
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Es necesario casi siempre contar una buena mentira para construir una historia creíble. Muchas personas que hoy no pasan de los 40 años dan por sentado muchos mitos sobre el pasado nacional. Mitos cuidadosamente elaborados y echados a rodar con fines absolutamente políticos, pero que han reconstruido ante los ojos de muchos una imagen distorsionada de aquella Cuba.
Hace unos días atrás, una joven de apenas veinte años afirmó delante de mí que en la Cuba de antes del 59, se vivía del turismo, del juego y de la prostitución. Quien tenga hoy unos 60 años, haya vivido aquellos años y, desee decir verdad, tendría que explicarle con detalles cómo se vivía en aquella época. En el tiempo disponible eso hice.
Hay mitos que se construyeron, no se por quien, pero imagino a quien pertenece tal imaginación maquiavélica, que lanzó al mundo el cuento chino de que Cuba era un casino de los norteamericanos o un país donde la mayoría de las mujeres tenían como única salida la prostitución. Y nada más alejado de la realidad.
En La Habana, existieron casinos de juego, pero muchísimos menos que en París, Montecarlo, Acapulco, Río de Janeiro, por ejemplo, y aún no he escuchado a alguien decir que Francia es un país de prostitutas, a pesar de la vida alegre de los bulevares y de los sex shops de Pigalle, o que Mónaco se haya envilecido con el girar de las ruletas del Gran Casino, etc.
También días atrás recibí un correo de propaganda una pequeña editorial italiana que publica libros de ciertos cubanos y en la página se hacen eco del mismo cuento, Cuba era un casino de los norteamericanos.
Pero esos vientos nos han traído otras tormentas, en el presente, hay quien se especializa en pintar a los cubanos como seres dedicados al sexo, a la promiscuidad de la prostitución, a la delincuencia, a la violencia con el fin de combatir la imagen que el gobierno cubano pretende ofrecer. Pues no acabamos de reconocernos. ¿A quienes interesa tomarnos ahora mismo como seres incapaces?
¿Y por qué no reconocer las virtudes que podamos poseer los cubanos? ¿Cuál es el peligro de reconocer la verdad sobre la vida real en la República de antes del 59, sin los mitos del hambre, la miseria, la necesidad de sobrevivir a un desastre nacional?
¿Hasta cuándo seguir con la cantinela de que los cubanos no llegan o se pasan? ¿Por qué empañar la imagen del éxito e inteligencia tanto en Cuba y por todo el mundo? ¿Cuánto habría avanzado Cuba si estos últimos 50 años se hubieran invertido en desarrollar la inventiva personal y propiciar una verdadera justicia social a nivel personal, manteniendo alejada a la política de la economía del país?
Aquí hay mucha gente que piensa lo mismo, lo único que no tiene medios dónde comunicarlo a los demás. No hace mucho un chofer que me conducía a mi destino, afirmaba, “si a los cubanos nos dejaran la oportunidad de comerciar y vivir sin tanta prohibición y se acabara el burocratismo que nos ahoga, Cuba sería uno de los mejores países del mundo, porque mantendríamos nuestros códigos sociales”. ¿Qué no me digan a mí y a usted que este hombre de pueblo no quiere un cambio? Sin embargo, ahí están los mitos y los estereotipos que entran en juego para detenerlo, inmovilizarlo, coartar sus deseos. No obstante, cada día la niebla del engaño pierde espesor, la retórica se hace más frágil y los mitos se desvanecen. De esto, debemos también ocuparnos. Entonces, ya estaremos preparados para conseguir darle otro rumbo a nuestras vidas. FIN. LG/09.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Es necesario casi siempre contar una buena mentira para construir una historia creíble. Muchas personas que hoy no pasan de los 40 años dan por sentado muchos mitos sobre el pasado nacional. Mitos cuidadosamente elaborados y echados a rodar con fines absolutamente políticos, pero que han reconstruido ante los ojos de muchos una imagen distorsionada de aquella Cuba.
Hace unos días atrás, una joven de apenas veinte años afirmó delante de mí que en la Cuba de antes del 59, se vivía del turismo, del juego y de la prostitución. Quien tenga hoy unos 60 años, haya vivido aquellos años y, desee decir verdad, tendría que explicarle con detalles cómo se vivía en aquella época. En el tiempo disponible eso hice.
Hay mitos que se construyeron, no se por quien, pero imagino a quien pertenece tal imaginación maquiavélica, que lanzó al mundo el cuento chino de que Cuba era un casino de los norteamericanos o un país donde la mayoría de las mujeres tenían como única salida la prostitución. Y nada más alejado de la realidad.
En La Habana, existieron casinos de juego, pero muchísimos menos que en París, Montecarlo, Acapulco, Río de Janeiro, por ejemplo, y aún no he escuchado a alguien decir que Francia es un país de prostitutas, a pesar de la vida alegre de los bulevares y de los sex shops de Pigalle, o que Mónaco se haya envilecido con el girar de las ruletas del Gran Casino, etc.
También días atrás recibí un correo de propaganda una pequeña editorial italiana que publica libros de ciertos cubanos y en la página se hacen eco del mismo cuento, Cuba era un casino de los norteamericanos.
Pero esos vientos nos han traído otras tormentas, en el presente, hay quien se especializa en pintar a los cubanos como seres dedicados al sexo, a la promiscuidad de la prostitución, a la delincuencia, a la violencia con el fin de combatir la imagen que el gobierno cubano pretende ofrecer. Pues no acabamos de reconocernos. ¿A quienes interesa tomarnos ahora mismo como seres incapaces?
¿Y por qué no reconocer las virtudes que podamos poseer los cubanos? ¿Cuál es el peligro de reconocer la verdad sobre la vida real en la República de antes del 59, sin los mitos del hambre, la miseria, la necesidad de sobrevivir a un desastre nacional?
¿Hasta cuándo seguir con la cantinela de que los cubanos no llegan o se pasan? ¿Por qué empañar la imagen del éxito e inteligencia tanto en Cuba y por todo el mundo? ¿Cuánto habría avanzado Cuba si estos últimos 50 años se hubieran invertido en desarrollar la inventiva personal y propiciar una verdadera justicia social a nivel personal, manteniendo alejada a la política de la economía del país?
Aquí hay mucha gente que piensa lo mismo, lo único que no tiene medios dónde comunicarlo a los demás. No hace mucho un chofer que me conducía a mi destino, afirmaba, “si a los cubanos nos dejaran la oportunidad de comerciar y vivir sin tanta prohibición y se acabara el burocratismo que nos ahoga, Cuba sería uno de los mejores países del mundo, porque mantendríamos nuestros códigos sociales”. ¿Qué no me digan a mí y a usted que este hombre de pueblo no quiere un cambio? Sin embargo, ahí están los mitos y los estereotipos que entran en juego para detenerlo, inmovilizarlo, coartar sus deseos. No obstante, cada día la niebla del engaño pierde espesor, la retórica se hace más frágil y los mitos se desvanecen. De esto, debemos también ocuparnos. Entonces, ya estaremos preparados para conseguir darle otro rumbo a nuestras vidas. FIN. LG/09.
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LOS CABILDOS AFRICANOS EN CUBA, UN ESPACIO DE TRANSMISIÓN IDENTITARIA Y ECONÓMICA.

LOS CABILDOS AFRICANOS EN CUBA, UN ESPACIO DE TRANSMISIÓN IDENTITARIA Y ECONÓMICA.

Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Al examinar las definiciones tradicionales de las agrupaciones civiles denominadas “Cabildos de nación” constatamos como éstas no alcanzan a totalizar tales organizaciones.
El fenómeno de la presencia de los llamados Cabildos debe más a la necesidad del ordenamiento de una sociedad colonial pluriétnica que a la de una sociedad esclavista basada en el sistema económico de plantación.
Si se examinan las definiciones tradicionales de este tipo de organización civil colonial observamos que la conceptúan como “reuniones de negros y negras bozales en casas destinadas al efecto, sociedad de pura diversión y socorro gracias a la que reunían fondos” (destacada por Esteban Pichardo Moya).
También vemos como Fernando Ortiz parte de esta descripción de Pichardo Moya y agrega el origen peninsular de estas sociedades y destaca el papel desempeñado por ellos en el proceso de transculturación, mientras que resalta la importancia de la figura del babalawo (sacerdote de la religión de Ifá) y de las fiestas principales como la del Día de Reyes.
Por su lado, la definición tomada de Deschamps Chapeaux muestra su parcialidad al soslayar los aspectos relacionados con el poder político y las relaciones clientelares que pudieron mantener con el poder colonial.
Realmente, los cabildos de nación fueron organizaciones uniformizadas por un reglamento impuesto por las autoridades coloniales españolas. Si vamos más allá hasta su origen denotaremos que sirvieron como un elemento de segregación y control de las poblaciones de diversas etnias asentadas en Andalucía al sur de España, base de una población con marcadas características pluriétnicas. Se conoce que los cabildos sevillanos que agrupaban a gitanos y otras “razas pobres” ya existían en el siglo XVI.
Así el poder colonial español utilizó esta forma de socialización en regiones donde la presencia africana fue importante.
La primera información sobre cabildos en Cuba data del siglo XVI. Exactamente en 1568, el procurador de la villa de La Habana, Don Bartolomé Cepero levanta una protesta ante el Ayuntamiento por la costumbre de que “los negros y negros de la villa se llamen a sí mismos “reyes y reinas” y celebren consultas, juntas y banquetes” , declaración recogida en Actas Capitulares del Ayuntamiento de la Habana, fechada el 20 de enero de 1568.
El nombre de “cabildo” se le otorgó al parecer por analogía a la corporación municipal que designaban con ese vocablo y sus homólogas africanas se establecieron esencialmente en las ciudades, lo que significa que fue un fenómeno prácticamente urbano y además de contaron con una connotación netamente de carácter civil.
Ya otra cosa fue la derivación transgresora que la voluntad de resistencia produjo durante la existencia de los mismos. Pues siendo concebidos como una forma de manipulación clientelar y de control de sus miembros. Estos aprovecharon el espacio ofrecido para recrear un escenario propicio para la transmisión de elementos de las culturas de los pueblos africanos de los que procedían. Efectivamente, los emplearon como un arma emergente de resistencia cultural, al mismo tiempo que la contradicción intercultural con el contexto hizo factible las premisas integradoras de un proceso de transculturación.
En los cabildos de nación africana, los cargos ejercidos estaban diseñados a partir de los establecidos por la pirámide social clasista, las funciones dirigentes eran desempeñadas por el capataz, el mayordomo, el rey, la reina, la matrona. Los jefes del cabildo eran tres de cada sexo y uno de cada género ejercía como el principal. Un dato que arroja la voluntad de destacar la importancia que la presencia femenina tenía en sus costumbres ancestrales. Miembros de ambo sexos eran elegidos por su prestigio social dentro del grupo, por poseer ciertas jerarquías religiosas y por el respeto de sus familiares. En tanto, la asunción del cargo le confería un reconocimiento oficial porque lo acreditaba como una especie de interlocutor oficioso de su nación africana de origen ante las autoridades coloniales máximas.
La membresía de los cabildos de nación se caracterizaba por la pluralidad social y económica. Pero lo que los unía a todos era que todos en algún momento habían sido esclavos, un hecho innegable que de modo plausible, los comprometía e impulsaba a conseguir la emancipación de otros congéneres – parientes o amigos- que aún eran esclavos.
Esto último, unido al hecho de la presencia de la conservación de elementos culturales esenciales por la homogeneidad de su origen contribuyó entonces a hacer perdurable la cohesión grupal y el mantenimiento de las tradiciones de la etnia de pertenencia.
Más no solamente los cabildos de nación africana sirvieron como escenarios de resistencia cultural y hasta de protección de los menores, como son los casos en que se ocupaban de asumir la crianza de los huérfanos en caso de no existir parientes inmediatos.
Asimismo, resulta insoslayable examinar la cuestión económica producto de la recuperación de fondos monetarios e inmuebles. Al fallecer, los miembros del cabildo que carecían de legatarios, sus bienes de todo tipo pasaban al cabildo o a miembros prestigiosos del cabildo.
Un ejemplo documental de esto último, lo ofrece la Dra. Maria del Carmen Barcia Zequeira en su libro “La otra familia” sobre las relaciones, redes y parentescos familiares de los esclavos en Cuba.
En la obra citada, la autora destaca el caso de Juan Bertault, de nación carabalí, nacido en 1814, vecino del barrio extramuros de Chávez quien llegó a acumular una suma ascendente a 30, 921, 24 pesos fuertes, capataz de cabildo de su nación, tapicero de oficio, propietario de inmuebles obtenidos de hipotecas, ¿usurero?, casado en primeras nupcias con María Genoveva Morejón, también de origen carabalí, quien aportó bienes al matrimonio por la cifra de 1, 650 pesos. Sin embargo, apunta la autora el hecho de ser receptor de legados de miembros fallecidos de su cabildo que testaron a su favor al no tener familiares, lo cual contribuyó a incrementar su caudal individual.
Gracias a este ejemplo, es posible constatar como un esclavo se integró en la sociedad esclavista e hizo suyas formas legales unas y otras no tanto de ascensión social y enriquecimiento de la clase dominante. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

Al examinar las definiciones tradicionales de las agrupaciones civiles denominadas “Cabildos de nación” constatamos como éstas no alcanzan a totalizar tales organizaciones.
El fenómeno de la presencia de los llamados Cabildos debe más a la necesidad del ordenamiento de una sociedad colonial pluriétnica que a la de una sociedad esclavista basada en el sistema económico de plantación.
Si se examinan las definiciones tradicionales de este tipo de organización civil colonial observamos que la conceptúan como “reuniones de negros y negras bozales en casas destinadas al efecto, sociedad de pura diversión y socorro gracias a la que reunían fondos” (destacada por Esteban Pichardo Moya).
También vemos como Fernando Ortiz parte de esta descripción de Pichardo Moya y agrega el origen peninsular de estas sociedades y destaca el papel desempeñado por ellos en el proceso de transculturación, mientras que resalta la importancia de la figura del babalawo (sacerdote de la religión de Ifá) y de las fiestas principales como la del Día de Reyes.
Por su lado, la definición tomada de Deschamps Chapeaux muestra su parcialidad al soslayar los aspectos relacionados con el poder político y las relaciones clientelares que pudieron mantener con el poder colonial.
Realmente, los cabildos de nación fueron organizaciones uniformizadas por un reglamento impuesto por las autoridades coloniales españolas. Si vamos más allá hasta su origen denotaremos que sirvieron como un elemento de segregación y control de las poblaciones de diversas etnias asentadas en Andalucía al sur de España, base de una población con marcadas características pluriétnicas. Se conoce que los cabildos sevillanos que agrupaban a gitanos y otras “razas pobres” ya existían en el siglo XVI.
Así el poder colonial español utilizó esta forma de socialización en regiones donde la presencia africana fue importante.
La primera información sobre cabildos en Cuba data del siglo XVI. Exactamente en 1568, el procurador de la villa de La Habana, Don Bartolomé Cepero levanta una protesta ante el Ayuntamiento por la costumbre de que “los negros y negros de la villa se llamen a sí mismos “reyes y reinas” y celebren consultas, juntas y banquetes” , declaración recogida en Actas Capitulares del Ayuntamiento de la Habana, fechada el 20 de enero de 1568.
El nombre de “cabildo” se le otorgó al parecer por analogía a la corporación municipal que designaban con ese vocablo y sus homólogas africanas se establecieron esencialmente en las ciudades, lo que significa que fue un fenómeno prácticamente urbano y además de contaron con una connotación netamente de carácter civil.
Ya otra cosa fue la derivación transgresora que la voluntad de resistencia produjo durante la existencia de los mismos. Pues siendo concebidos como una forma de manipulación clientelar y de control de sus miembros. Estos aprovecharon el espacio ofrecido para recrear un escenario propicio para la transmisión de elementos de las culturas de los pueblos africanos de los que procedían. Efectivamente, los emplearon como un arma emergente de resistencia cultural, al mismo tiempo que la contradicción intercultural con el contexto hizo factible las premisas integradoras de un proceso de transculturación.
En los cabildos de nación africana, los cargos ejercidos estaban diseñados a partir de los establecidos por la pirámide social clasista, las funciones dirigentes eran desempeñadas por el capataz, el mayordomo, el rey, la reina, la matrona. Los jefes del cabildo eran tres de cada sexo y uno de cada género ejercía como el principal. Un dato que arroja la voluntad de destacar la importancia que la presencia femenina tenía en sus costumbres ancestrales. Miembros de ambo sexos eran elegidos por su prestigio social dentro del grupo, por poseer ciertas jerarquías religiosas y por el respeto de sus familiares. En tanto, la asunción del cargo le confería un reconocimiento oficial porque lo acreditaba como una especie de interlocutor oficioso de su nación africana de origen ante las autoridades coloniales máximas.
La membresía de los cabildos de nación se caracterizaba por la pluralidad social y económica. Pero lo que los unía a todos era que todos en algún momento habían sido esclavos, un hecho innegable que de modo plausible, los comprometía e impulsaba a conseguir la emancipación de otros congéneres – parientes o amigos- que aún eran esclavos.
Esto último, unido al hecho de la presencia de la conservación de elementos culturales esenciales por la homogeneidad de su origen contribuyó entonces a hacer perdurable la cohesión grupal y el mantenimiento de las tradiciones de la etnia de pertenencia.
Más no solamente los cabildos de nación africana sirvieron como escenarios de resistencia cultural y hasta de protección de los menores, como son los casos en que se ocupaban de asumir la crianza de los huérfanos en caso de no existir parientes inmediatos.
Asimismo, resulta insoslayable examinar la cuestión económica producto de la recuperación de fondos monetarios e inmuebles. Al fallecer, los miembros del cabildo que carecían de legatarios, sus bienes de todo tipo pasaban al cabildo o a miembros prestigiosos del cabildo.
Un ejemplo documental de esto último, lo ofrece la Dra. Maria del Carmen Barcia Zequeira en su libro “La otra familia” sobre las relaciones, redes y parentescos familiares de los esclavos en Cuba.
En la obra citada, la autora destaca el caso de Juan Bertault, de nación carabalí, nacido en 1814, vecino del barrio extramuros de Chávez quien llegó a acumular una suma ascendente a 30, 921, 24 pesos fuertes, capataz de cabildo de su nación, tapicero de oficio, propietario de inmuebles obtenidos de hipotecas, ¿usurero?, casado en primeras nupcias con María Genoveva Morejón, también de origen carabalí, quien aportó bienes al matrimonio por la cifra de 1, 650 pesos. Sin embargo, apunta la autora el hecho de ser receptor de legados de miembros fallecidos de su cabildo que testaron a su favor al no tener familiares, lo cual contribuyó a incrementar su caudal individual.
Gracias a este ejemplo, es posible constatar como un esclavo se integró en la sociedad esclavista e hizo suyas formas legales unas y otras no tanto de ascensión social y enriquecimiento de la clase dominante. FIN. LG/07.
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LENGUAJE EN LA LÍRICA DE DULCE MARÍA LOYNAZ

LENGUAJE EN LA LÍRICA DE DULCE MARÍA LOYNAZ
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

A 105 años de distancia del nacimiento de la Loynaz, su legado más alto es el tratamiento del lenguaje en sus versos y prosa. Nacida el 10 de diciembre de 1902 en La Habana, Dulce María Loynaz se convirtió por derecho propio en una leyenda en la vida cultural cubana.
Además, para coronar su existencia literaria, es una de las dos mujeres que ha recibido el Premio Cervantes. Otorgado por reconocimiento a la validez de una obra que fue escrita muchos años antes de ser creado tal galardón.
En la vida de la Loynaz se cruzan líneas que históricamente fueron antagónicas. La filiación cubana la alineaba a la raigambre patricia por ser hija de un general de las guerras por la independencia de la isla de la metrópoli española. Por otro lado, su devoción confesa al legado cultural y religioso español, la empujó a plasmar en su obra la herencia hispana.
No es por eso extraño que en el discurso poético loynaciano se enuncie de manera refinada la lengua castellana como canal de comunicación para expresar su lírica. El intimismo que alimenta sus versos y su prosa corre por un cauce privilegiado gracias una norma selecta de empleo del español hablado en Cuba en el siglo XX y legado por la alta cultura criolla del XIX.
Verdaderas joyas de expresión poética en lengua española, como ejemplo, son los versos de la corta selección de poemas suyos titulada Bestiario y dada conocer ya en los postrimeros años de su vida aunque fueron escritos en su juventud.
En ellos hay un magistral uso de adjetivos en la construcción de la estructura de las imágenes, metáforas y símiles que sirven de armazón para un discurso lírico de altísimo nivel. Una originalidad sin desmayo en la selección de los significados de las definiciones que sorprenden gratamente al lector destinatario, creando un intercambio de símbolos entre la vida animal y los tropos líricos que utilizó.
Dulce María Loynaz Muñoz expresó en una ocasión que supo vencer al tiempo y al olvido. Pero los muros de ostracismo oficial y el personal aislamiento, que se impuso ante el derrumbe de su sociedad y de su mundo, fueron vencidos por la importancia de su obra en la que la magnificencia del lenguaje aumenta los quilates de su lírica como diamantes incorruptibles ante la desidia del tiempo.
Hoy, su figura asumida como un icono más de la cultura oficial cubana brilla extrañamente desde su sitial y lanza un mensaje diferente e inalienable a las corrientes preconizadas por la política cultural de la isla. FIN: LG/07.
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

A 105 años de distancia del nacimiento de la Loynaz, su legado más alto es el tratamiento del lenguaje en sus versos y prosa. Nacida el 10 de diciembre de 1902 en La Habana, Dulce María Loynaz se convirtió por derecho propio en una leyenda en la vida cultural cubana.
Además, para coronar su existencia literaria, es una de las dos mujeres que ha recibido el Premio Cervantes. Otorgado por reconocimiento a la validez de una obra que fue escrita muchos años antes de ser creado tal galardón.
En la vida de la Loynaz se cruzan líneas que históricamente fueron antagónicas. La filiación cubana la alineaba a la raigambre patricia por ser hija de un general de las guerras por la independencia de la isla de la metrópoli española. Por otro lado, su devoción confesa al legado cultural y religioso español, la empujó a plasmar en su obra la herencia hispana.
No es por eso extraño que en el discurso poético loynaciano se enuncie de manera refinada la lengua castellana como canal de comunicación para expresar su lírica. El intimismo que alimenta sus versos y su prosa corre por un cauce privilegiado gracias una norma selecta de empleo del español hablado en Cuba en el siglo XX y legado por la alta cultura criolla del XIX.
Verdaderas joyas de expresión poética en lengua española, como ejemplo, son los versos de la corta selección de poemas suyos titulada Bestiario y dada conocer ya en los postrimeros años de su vida aunque fueron escritos en su juventud.
En ellos hay un magistral uso de adjetivos en la construcción de la estructura de las imágenes, metáforas y símiles que sirven de armazón para un discurso lírico de altísimo nivel. Una originalidad sin desmayo en la selección de los significados de las definiciones que sorprenden gratamente al lector destinatario, creando un intercambio de símbolos entre la vida animal y los tropos líricos que utilizó.
Dulce María Loynaz Muñoz expresó en una ocasión que supo vencer al tiempo y al olvido. Pero los muros de ostracismo oficial y el personal aislamiento, que se impuso ante el derrumbe de su sociedad y de su mundo, fueron vencidos por la importancia de su obra en la que la magnificencia del lenguaje aumenta los quilates de su lírica como diamantes incorruptibles ante la desidia del tiempo.
Hoy, su figura asumida como un icono más de la cultura oficial cubana brilla extrañamente desde su sitial y lanza un mensaje diferente e inalienable a las corrientes preconizadas por la política cultural de la isla. FIN: LG/07.

DEL PODER A LA FE: LAS LECTURAS DEL DESEO.

DEL PODER A LA FE: LAS LECTURAS DEL DESEO.
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

A seis años de la primera edición, llega una segunda presentación de una antología de poesía erótica cubana desde el siglo 18 hasta el presente, seleccionada y presentada por Víctor Fowler, poeta y ensayista cubano. Más que una colección de piezas, el autor nos muestra el discurso de una erótica nacional a través del tiempo.
Es lógico que el ordenamiento de todo un discurso poético basado en el erotismo implique ya el establecimiento de un cierto canon. Y para ello, el antólogo Fowler nos prepara desde la nota para la segunda edición al afirmar que: “Una antología es tanto un ejercicio de poder como un acto de fe en la capacidad de la escritura para convertirse en una suerte de mapa del tiempo, también es una punta de iceberg, pues lo presente oculta centenares de páginas en ocasiones ingratas.”
Por lo contrario, nada de ingrato regalan las 388 páginas de textos de los 152 poetas antologados, sólo goce. Además como colofón del goce también, hace justicia a la expresión popular, cuando recoge 13 cuartetas y 9 décimas que anteceden 22 textos de canciones muy conocidas de todos en las que el erotismo rampante de sus textos ilumina como fuegos artificiales en la noche los rincones más oscuros de la imaginación.
Valor añadido posee asimismo por la extensa muestra de poetas este canon del texto erótico cubano. La inclusión de autores desde Rubalcava, Tanco, Zenea, Aniceto Valdivia, pasando por Boti, Sánchez Galárraga, Marinello, Piñera, Feijóo, Lezama, Hilarión Cabrisas, Buesa, hasta Marré, los de Oráa, Raúl Luís, Arrufat, Baragaño, Nogueras, Casaús, Nadereau, Barnet, Serret, Delfín Prats, Morán Llul, Jorge L. Arcos, Lauro, García Montiel, Abilio Estévez, y treintañeros como José Félix León confieren al volumen un carácter muy abarcador.
Atinadamente, Fowler recopila los textos de poesía erótica de 35 autoras cubanas. Así, no deja de lado la visión femenina de un fenómeno que del lado masculino es revelado, en muchas ocasiones como un terreno en propiedad, como espacio en derecho del macho lujurioso. Entonces, usted coincidirá conmigo cuando descubra el aporte femenino a la mirada poética cubana de lo erótico como se transcurre el curso de este tema como un río desembozado en “Soneto imitando una oda de Safo” de la Avellaneda hasta la complacencia explícita de “Mi sexo” de María Liliana Celorrio.
Otro aspecto no menos importante de esta selección de textos que le confiere una dimensión abarcadora es la inclusión de una poética erótica de diferentes orientaciones sexuales.
En las páginas de “La eterna danza”, título del volumen, hallamos un texto de Buesa como “Tendido sobre el lecho” donde se muestra la autocomplacencia con el cuerpo masculino mismo, encontramos el atrevimiento del texto “El hermafrodita de Velletri” de un Aniceto Valdivia, tropezamos con el desenfado de “Palabras de joven” de Virgilio Piñera y el reconocimiento de la visión incandescente de la adolescencia en “Un muchacho” de Francisco Morán Llul, la fiereza en “Los Alfileres” de Mercedes Mata- moros no deja de sorprendernos o la mirada lasciva del voyeur en “Tautología y performance” de Gerardo Fernández Fe.
Finalmente, basta anotar otro tanto al valor intrínseco de la selección de Fowler, al darle su beneplácito a nombres como el de Francisco Morán Llul, Daína Chaviano, Abilio Estévez, Jorge Luís Arcos, y otros en el exilio, así como a una Tania Díaz Castro, hoy en el periodismo independiente.
Algunos podrán argüir que falten textos de carácter ejemplar, otros podrán no estar de acuerdo con la apreciación del poeta y ensayista Fowler, pero sí estimo que nadie podrá discutir el calificativo de clásico dentro de la Literatura cubana al volumen en cuestión. FIN. LG/07.
-0-0-0-0-0-0-Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

A seis años de la primera edición, llega una segunda presentación de una antología de poesía erótica cubana desde el siglo 18 hasta el presente, seleccionada y presentada por Víctor Fowler, poeta y ensayista cubano. Más que una colección de piezas, el autor nos muestra el discurso de una erótica nacional a través del tiempo.
Es lógico que el ordenamiento de todo un discurso poético basado en el erotismo implique ya el establecimiento de un cierto canon. Y para ello, el antólogo Fowler nos prepara desde la nota para la segunda edición al afirmar que: “Una antología es tanto un ejercicio de poder como un acto de fe en la capacidad de la escritura para convertirse en una suerte de mapa del tiempo, también es una punta de iceberg, pues lo presente oculta centenares de páginas en ocasiones ingratas.”
Por lo contrario, nada de ingrato regalan las 388 páginas de textos de los 152 poetas antologados, sólo goce. Además como colofón del goce también, hace justicia a la expresión popular, cuando recoge 13 cuartetas y 9 décimas que anteceden 22 textos de canciones muy conocidas de todos en las que el erotismo rampante de sus textos ilumina como fuegos artificiales en la noche los rincones más oscuros de la imaginación.
Valor añadido posee asimismo por la extensa muestra de poetas este canon del texto erótico cubano. La inclusión de autores desde Rubalcava, Tanco, Zenea, Aniceto Valdivia, pasando por Boti, Sánchez Galárraga, Marinello, Piñera, Feijóo, Lezama, Hilarión Cabrisas, Buesa, hasta Marré, los de Oráa, Raúl Luís, Arrufat, Baragaño, Nogueras, Casaús, Nadereau, Barnet, Serret, Delfín Prats, Morán Llul, Jorge L. Arcos, Lauro, García Montiel, Abilio Estévez, y treintañeros como José Félix León confieren al volumen un carácter muy abarcador.
Atinadamente, Fowler recopila los textos de poesía erótica de 35 autoras cubanas. Así, no deja de lado la visión femenina de un fenómeno que del lado masculino es revelado, en muchas ocasiones como un terreno en propiedad, como espacio en derecho del macho lujurioso. Entonces, usted coincidirá conmigo cuando descubra el aporte femenino a la mirada poética cubana de lo erótico como se transcurre el curso de este tema como un río desembozado en “Soneto imitando una oda de Safo” de la Avellaneda hasta la complacencia explícita de “Mi sexo” de María Liliana Celorrio.
Otro aspecto no menos importante de esta selección de textos que le confiere una dimensión abarcadora es la inclusión de una poética erótica de diferentes orientaciones sexuales.
En las páginas de “La eterna danza”, título del volumen, hallamos un texto de Buesa como “Tendido sobre el lecho” donde se muestra la autocomplacencia con el cuerpo masculino mismo, encontramos el atrevimiento del texto “El hermafrodita de Velletri” de un Aniceto Valdivia, tropezamos con el desenfado de “Palabras de joven” de Virgilio Piñera y el reconocimiento de la visión incandescente de la adolescencia en “Un muchacho” de Francisco Morán Llul, la fiereza en “Los Alfileres” de Mercedes Mata- moros no deja de sorprendernos o la mirada lasciva del voyeur en “Tautología y performance” de Gerardo Fernández Fe.
Finalmente, basta anotar otro tanto al valor intrínseco de la selección de Fowler, al darle su beneplácito a nombres como el de Francisco Morán Llul, Daína Chaviano, Abilio Estévez, Jorge Luís Arcos, y otros en el exilio, así como a una Tania Díaz Castro, hoy en el periodismo independiente.
Algunos podrán argüir que falten textos de carácter ejemplar, otros podrán no estar de acuerdo con la apreciación del poeta y ensayista Fowler, pero sí estimo que nadie podrá discutir el calificativo de clásico dentro de la Literatura cubana al volumen en cuestión. FIN. LG/07.
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