martes, 24 de agosto de 2010

EL CONTROL DE LA IMAGEN

EL CONTROL DE LA IMAGEN
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2010-08-10.
Las tecnologías de la información ofrecen posibilidades de difusión de materiales audiovisuales al alcance de un público cada vez más amplio. Desde los años noventa, la venta de copias de películas se extendió por toda La Habana, la capital cubana. En la sala de las viviendas, a través de una ventana, en las calles hasta unos meses atrás podía comprar las películas premiadas con los premios Oscar de este año.
Esta semana, fui a comprar varias películas en algunos lugares donde habitualmente las encontraba y ya no existían. El extender un poco más la búsqueda no sirvió de nada. En los barrios centrales de la ciudad los vendedores de copias de películas desaparecieron.
Pero cuando almorzaba en un restaurante céntrico, un joven se acercó y me propuso la compra de CD- ROM de cantantes cubanos y extranjeros, más no tenía DVD con películas grabadas.
Durante los meses de junio y julio pasados, funcionarios del monopolio estatal del cine han declarado a la televisión y la radio, pertenecientes también al Estado, su preocupación por la ausencia de público en los salas de cine, la proliferación de películas de todo tipo a través de Internet. Películas que escapan entonces a la censura de los filtros estatales.
En realidad, sucedió que la exhibición de películas se desplazó de las salas de cine controladas por el organismo oficial de exhibición a la sala de los hogares y la selección dejó de obedecer a los intereses de Estado para responder a la preferencia del espectador en particular.
Culpan a la venta de lectores de DVD con puertos USB en las propias tiendas del Estado por dejar a voluntad del público en sus hogares la exhibición de películas y la selección del consumo según la preferencia particular de cada comprador. Un hecho que dio un mayor control al comprador de lo que quiere ver en las pantallas de su televisor en los hogares.
Evidentemente, lo anterior provocó que la censura ejercida por el aparato estatal sufriera un golpe muy fuerte porque ya la población tuvo un medio que le permitiera evitar la recepción de la propaganda ideológica que transmiten la radio y la televisión.
Aunque el acceso a Internet es muy limitado a la mayoría de la población, la posesión de computadoras y de memorias portátiles y reproductores MP3 y MP4 en manos de un número mayor de cubanos ha propiciado redes de transmisión de materiales audiovisuales formadas por amistades, colegas de trabajo, compañeros de estudio, etc. un factor importante que posibilita el acceso a materiales audiovisuales que el Estado obstaculiza.
El control de la imagen y la manipulación de la información son procedimientos usados por los regímenes totalitarios con el objetivo de ofrecer una visión adulterada de la realidad. Los cubanos conocemos de estos procedimientos.
Ciertamente el muro de contención de la libre información presentó grietas, un hecho que atenta contra los intereses monopólicos del Estado. La libertad de información no es permitida por los regímenes con características totalitarias. En consecuencia, una fuerte campaña en contra de la libre proliferación de materiales audiovisuales en soportes digitales tiene lugar hoy en Cuba.
FIN. LG/10.
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