sábado, 31 de agosto de 2013

LA HUELLA FRANCESA EN LA NOVELA PARADISO
Por Lucas Garve

Hace unos 44 años cuando la novela Paradiso del escritor cubano José Lezama Lima salió a la luz, desató toda una conmoción increíble. Luego de cuatro decenios y en el centenario de su nacimiento 19 de diciembre de 1910 en La Habana, Paradiso, el súmmum escritural de Lezama Lima, es considerada una de las dos novelas cubanas mayores de la Literatura cubana, honor que pudiera compartir en un canon muy selecto, con El Siglo de las Luces de Alejo Carpentier.
 El alejamiento de estereotipos frecuentes en la visión de un cubano de la realidad francesa es necesario para que conformen una imagen más cercana de Francia y de sus habitantes.

Aprovecho la oportunidad para trasladar información sobre la influencia francesa en la cultura cubana. Ejemplos numerosos aparecen en las páginas de los capítulos I y II de la novela: “… el altivo cocinero Luís Leng, que al conocimiento de la cocina milenaria y refinada, unía el señorío de la confiture, donde se refugiaba su pereza en la Embajada de Cuba en París,…”; “El mulato, desde lo alto de su cólera concentrada apartó el cuchillo francés de los cebollinos tiernos…” ; “Se acercaba el Coronel tarareando los compases de la Viuda Alegre, Al restaurant Maxim de noche siempre voy, con el mismo gesto de la burguesía situada en un can - can pintado por Seurat”; “…agua del filtro en cuya etiqueta de marca Chamberlain saludaba Pasteur”; “A pesar de la brevedad, las escena tuvo algo de la Antique grandeur, levada con garbo criollo”.
El autor al trasladarnos el reflejo de la imagen de la vida nacional nos ofrece un corte de los sedimentos culturales que conformaron el terreno cultural cubano de la época. Una presencia que ha sido olvidada casi en la misma medida de su importancia para la entrada de la Modernidad en el tejido socio cultural de la población urbana en Cuba.
Sólo una mala lectura de la novela Paradiso nos dejaría pasar por alto la evidencia que ofreció el escritor en el capítulo I, página 14 (Edición Letras Cubanas, 2006) cuando construye la imagen de un evento familiar: “Las señoras elaboraron una larga pausa para alejar el exabrupto y la vaharada, pasando después a otros temas de delicias, los encajes de Marie Monnier que la señora Rialta había visto en una revista francesa”. Continua más adelante con otra mención de la existencia de productos de la industria farmacéutica francesa cuando en boca de la señora Augusta, abuela de José Cemí, el protagonista, pone el consejo de primeros auxilios: “Toma un poco de bromuro de Fallière, decía la señora Augusta a su hija Rialta”.
En Paradiso, José Lezama Lima traslada conocimiento sobre el léxico de origen francés que utilizamos en nuestra habla cotidiana (por ejemplo las palabras: matinee, buffet, etc.) Y en lo particular a nuestro entorno, los aportes tecnológicos que importados de Francia, desde mediados del siglo XIX, permitieron el aprovechamiento de carrocerías, herrajes de todo tipo, construcciones de puentes y vías férreas, la industria farmacéutica, los adelantos en la medicina y la incorporación a la vida cubana de maquinarias y aparatos como los primeros automóviles y el cinematógrafo.
En relación directa con la novela Paradiso del escritor cubano José Lezama Lima, el autor incorporó además el léxico de aparatos y utensilios domésticos, marcas de instrumentos, nombres de medicamentos, nombres de personalidades científicas y culturales francesas, citaciones y alusiones literarias extraídas de obras de renombre mundial escritas por autores franceses para dar una visión de la importancia de esa Cultura en la isla.
Con toda certeza, Lezama Lima refleja en su obra el significado alcanzado por la influencia francesa en la vida familiar cubana a finales del siglo XIX y hasta los primeros años del siglo XX. Particularmente, en el texto de la obra Paradiso observamos la presencia de 45 palabras en francés en el texto, 51 menciones a personalidades artísticas, literarias, históricas y científicas, las citaciones en 4 ocasiones de versos y citas en francés.
Estas importantes connotaciones contribuyen a coordinar un texto que pretende ofrecer al lector la imagen multicultural de la cultura cubana y cuantos aportes enriquecedores la han surtido. Es por eso que creemos que es interesante darlos a conocer, pues contribuyen a enriquecer su visión sobre su propia identidad nacional y asimismo al afianzamiento de valores socioculturales.
Valorar la presencia cultural francesa en la formación de la imagen de la noción cultural cubana que José Lezama Lima quiso transmitirnos en su novela Paradiso al cabo de los primeros cuarenta y seis años de su publicación, justifica esta breve indagación en el texto lezamiano.

FIN






No hay comentarios: