sábado, 31 de agosto de 2013

PERIODISMO HISPANO EN ESTADOS UNIDOS
Por Lucas Garve. 2012-10-21.
El año de 1808 marca la fecha de aparición del primer periódico en EEUU que se redacta en español, El Misisipí. Las publicaciones hispanas de los EEUU han tenido desde su primera historia hasta nuestros días que ofrecer informaciones alternativas y muchas veces contrarias a las publicadas por la prensa angloparlante. El periodismo hispano asumió desde siempre funciones y responsabilidades nunca ejercidas por los periódicos y revistas en España y América Latina.
Estas funciones han abarcado, además de anunciar productos, servicios y noticias locales y mundiales a: el activismo social y político, la promoción del civismo, la defensa de la comunidad hispana, el patrocinio de las celebraciones patrióticas y culturales, la provisión de un foro para la expresión e ideas del público por medio de cartas, la publicación de poesías, cuentos, ensayos, novelas y hasta obras teatrales para el entretenimiento y la elevación del nivel cultural de la comunidad, en cuanto a esta última función algunos periódicos crearon casa editoriales para una difusión a mayor escala de la producción intelectual y artística de los hispanos.
El periodismo hispano se desarrolló, como es natural en territorios donde existe una comunidad hispana importante, primero en el sudoeste de los EEUU (antiguos territorios del norte de Méjico) y en la costa este en nueva York, y la Florida posteriormente.
Entre 1848 y 1910, se produce un período en que el norte de Méjico se convierte en el sudoeste de los EEUU y esto lleva a la fundación de muchos periódicos editados en español como alternativa al flujo de informativo y cultural anglosajón.
En centros urbanos de importancia comercial e industrial como Los Ángeles y San Francisco aparecen La Estrella de Los Ángeles (1851-1855), El Clamor público (1855-1857), La Crónica (1872-1892); en San Francisco a su vez, La Voz del Nuevo Mundo (1871-1885), La República (1879-1897) y es válido apuntar que en pueblos y ciudades menores aparecen periódicos locales.
Desde esa época surge el periodismo literario entonces, una de las piezas más curiosas aparecidas en esa época es la serie publicada en La Gaceta de Santa Bárbara (4 junio- 23 julio 1881) sobre la figura del legendario bandido social Joaquín Murieta. Este personaje tuvo motivos de venganza por los abusos cometidos contra los nativos hispanos por los forasteros anglos que fueron a California impulsados por la fiebre del oro.
El comienzo del siglo XX trajo una emigración mejicana abundante al sur y al medio-oeste de EEUU a causa de la Revolución mejicana. Los obreros inmigrantes y las élites refugiadas se entremezclan con los residentes de ascendencia mejicana. Estos refugiados tuvieron un papel importante en la promoción publicitaria y en otros negocios y desde una perspectiva comunitaria difundieron una ideología de la comunidad que se dio a conocer como “el Méjico de afuera”.
La Prensa en San Antonio, La Opinión y el Heraldo de México en Los Ángeles prestaron sus páginas a los escritores de más talento de Méjico, España y Latinoamérica para que sirvieran de columnistas, reporteros y críticos. Incluso, con rango de periodistas, trabajaron dramaturgos que ofrecieron al público sus obras de teatro y vaudeville con el mayor número de obras que la prensa hispana haya publicado en EEUU.
Esos mismos periódicos sirvieron de soporte a la difusión de poesía, ensayo y novela, numerosos de ellos publicados en ellos y otros tantos en forma de libros por pequeñas compañías impresoras de periódicos también como Laredo Publishing House, Spanish American Printing de los Ángeles, Imprenta Bolaños Chaco Hnos. de San Diego, etc.
Todo lo publicado en ese período lleva implícito la difusión de una ideología tradicionalista y conservadora que busca de cierto modo proteger la lengua materna –el español- y la identidad mejicana en el medio ambiente amenazado por la influencia socio-cultural anglosajona.
Ignacio E. Lozano fue el político, empresario más perseverante en la proyección de esta ideología pues fue el fundador de los dos periódicos más importantes en la historia del periodismo hispano de la época: La Prensa de San Antonio (1913) y La Opinión de Los Ángeles. Su labor sobre todo fue la de proporcionar información y servicios a la comunidad hispana.
La industria periodística hispana con influencia mejicana en el sudoeste de EEUU sufrió su caída en el período de la Gran Depresión y la repatriación a Méjico de un gran segmento de la población mejicana residente y sólo vuelve a proliferar en el período de posguerra y con el movimiento chicano.
PERIODIOSMO HISPANO EN LA COSTA ESTE DE EE UU
En el siglo XIX, surgen periódicos editados en español en Nueva York y Tampa. Principalmente, en comunidades de hispanos de origen español, cubano y mejicano. Tenemos como ejemplos El Mensajero Semanal (1828-1831), El Mercurio de Nueva York (1828-1833), La Crónica (1850), pero fue a finales de siglo que la producción periodística creció sin dudas como respuesta a la creciente inmigración hispana y a las campañas político-culturales de las guerras de independencia y a la Guerra Hispano-americana.
Es notoria la importancia para nosotros, de la fundación del periódico Patria (1892-1898) por José Martí y Pérez en Nueva York. Medio de difusión de las ideas independentistas del Apóstol y del fervor patriótico y de unión de las comunidades cubanas en los EEUU y vehículo de otras voces de patriotas intelectuales cubanos.
Otro periódico importante para la comunidad hispana fue Las Novedades (1893-1918) fundado por Pedro Henríquez Ureña, además La Gaceta Ilustrada de la comunidad portorriqueña y El Porvenir y la Revista Ilustrada.
Ya en el siglo XX, las empresas periodísticas españolas y cubanas dominaban el ambiente cultural e informativo. En la primera década, se funda La Prensa que existe todavía con el nombre de El Diario-La Prensa, después de la fusión con El Diario de Nueva York en 1963. También, en esos años surgieron Sangre Latina, de la Universidad de Columbia, la Revista Pan Americana, La Paz, la Revista Mensual de Comercio, Literatura, Ciencias y Artes.
Es para destacar que en 1927, comenzó a publicarse el semanario Gráfico, fundado por el cubano Alberto O’Farrill, escritor y actor del bufo y dirigido por un grupo de artistas y escritores, muchos ligados al auge del teatro hispano en Harlem, Manhattan y Brooklyn. Realmente una revista que además de informar noticias generales y de la comunidad, publicaba variedades culturales, crítica de zarzuelas, teatro bufo cubano, cuentos, poesías, etc.
Con la Depresión y la resonancia de la Guerra Civil Española en los años 30, aparecen publicaciones de corte liberal y socialistas. En 1930, Vida Obrera y en 1943, Cultura Proletaria y España Libre. Además entre los 30 y los 40, se hace visible ya la tendencia nacionalista portorriqueña con la publicación de Alma Boricua (1934-1935).
La evolución del periodismo hispano en Tampa, La Florida tuvo un desarrollo particular. Porque a fines del siglo XIX la industria tabacalera de Cuba se traslada a esa ciudad por causa de la guerra de independencia y por acercarse a sus mercados principales y evitar tarifas de importación. Divisiones étnico-raciales tuvieron su eco en la creación de asociaciones mutualistas como el Centro Español, El Centro Asturiano, el Círculo Cubano y la Sociedad Martí-Maceo.
Hubo revistas y diarios que defendían los intereses de los patronos y otras los intereses de los obreros, por ejemplos, La Revista de Rafael Ibor, hijo del dueño de la fábrica de tabacos más importante y del otro lado los órganos de los tabaqueros de Tampa: Federación, Federal, El Internacional, Boletín Obrero.
Surgieron también la revista quincenal El Cubano (del Círculo Cubano de Tampa), La Raza (1918), Tampa Ilustrado y La Gaceta, todas defendían los intereses de la comunidad hispana y en ellas publicaron numerosos artículos, publicidad y páginas literarias.
 Aparte de los periódicos de importancia, productos de empresas de consideración, los que distribuían sus diarios en muchos pueblos y ciudades, fueron abundantes también los semanarios de los que hubo centenares, los que representaban el tipo de publicación hispana más frecuente porque contaban con un equipo y servicio modesto. Estos últimos difundían las noticas más importantes de la región, la nación y del mundo hispano, además de ofrecer literatura, ensayos, crítica literaria y representaban todos en conjunto el eje de la resistencia lingüística cultural en respuesta a la abrumadora asimilación cultural anglosajona.
En los años 1920 hasta finales de los 30 hubo un florecimiento de la prensa hispana, con su natural consecuencia en el periodismo literario en el sudoeste sin dudas se sentía la influencia mejicana, pero en Nueva York y Tampa, las influencias de las comunidades cubanas y españolas fueron más fuertes. Este período tuvo como característica que se hizo sentir en los EEUU una conciencia hispana pues hubo una integración de escritores y editores de muchos países de habla hispana.
En La Florida, la instalación de una extensa colonia de exiliados cubanos y con los años latinoamericanos en general produjo la creación del Diario de Las Américas de Horacio Suárez y en los 70 la aparición de El Nuevo Herald, la aparición de pequeñas revistas y semanarios relacionados con los exiliados cubanos para su información local y comunitaria.
Sin lugar a dudas la influencia de las Tics, marcó una nueva etapa en el desarrollo de la prensa hispana en EEUU y las páginas digitales de periódicos editados en español cubren acontecimientos mundiales, nacionales, locales y publicitan servicios brindados en la comunidad.
FIN.
 



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