miércoles, 22 de abril de 2009

LA MUERTE SUBIÓ EL PRECIO

LA MUERTE SUBIÓ EL PRECIO
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-03-23.
Ahora mismo, hasta el traslado al otro mundo ha subido de precio. Desde hace muchos años, según la propaganda oficial, el enterramiento en Cuba es gratuito. Grosso modo, es cierto, no hay que pagar por el alquiler de capillas, ni por el cajón forrado por una fúnebre tela gris con unas chapitas de latón en las esquinas. No obstante, hay otras necesidades que cumplir y por ahí es donde se escapa el dinero del doliente.
Lo último en moda funeraria en Cuba es la cremación. Primero, costó unos 30 pesos moneda nacional, me informaron, más en los últimos meses, el precio subió a 370 pesos moneda nacional la cremación, sin contar con el precio de la cajita que te venden para guardar las cenizas.
Por otra parte, deben agregarle el costo del transporte. Los taxis que habitualmente están destinados a transportar los dolientes al cementerio son dos por cada entierro. Si quieres más taxis tienes que conseguirlos por la calle o llamar a los que cobran el viaje en MLC (moneda libremente convertible o CUC).
Resulta entonces que el crematorio está instalado en el cementerio nuevo de Guanabacoa. Una villa en la periferia de la capital. Y como los taxis destinados al entierro cobran cuatro veces la cifra marcada por el taxímetro. ¡Allá va eso! El alma queda desgarrada por la pérdida del ser querido y el bolsillo arrasado por lo que cuestan los taxis. En conclusión, la situación de los dolientes se agudiza por el dolor y por la cuasi bancarrota en que te quedas. ¡Es un milagro no tener ideas suicidas después de todo eso!
Así que el entierro habitual sale más barato, aunque siempre tendrás algunos gastos, como el del termo del café que se brindará a las personas amigas que presenten sus condolencias, o la botellita de ron para ciertos amigos que prefieren ahogar el dolor en alcohol.
El otro gasto imprescindible son las flores. Cada día las coronas están más caras. Actualmente, una corona de 100 pesos no es mucho más grande que otra de 30 pesos años atrás. Para colmo, hay que Ir a buscarla a la florería cuando avisen que ya está lista, porque no hay quien la traiga hasta la funeraria, así sea de día, de noche o de madrugada, con frío o bajo la lluvia o un sol que raja las piedras. Por lo que no es raro, ver por las calles cercanas a las funerarias a dos o tres personas cargados de coronas fúnebres.
No por gusto escuché exclamar hace pocos días a una señora muy preocupada por lo cara que está en estos días la muerte. Al explayarse en explicaciones, echó mano de la historia de una amiga que tuvo que endeudarse con un vecino para cubrir los gastos del entierro de la madre, porque la difunta pidió que la enterraran en un pueblo provinciano junto a sus padres. Llegar allá en taxis con carro fúnebre etc. le costó más de mil pesos.
Por lo visto, a cuidarse la salud, porque ahora la muerte está más que cara. FIN. LG/09.
-0-0-0-0-0-Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-03-23.
Ahora mismo, hasta el traslado al otro mundo ha subido de precio. Desde hace muchos años, según la propaganda oficial, el enterramiento en Cuba es gratuito. Grosso modo, es cierto, no hay que pagar por el alquiler de capillas, ni por el cajón forrado por una fúnebre tela gris con unas chapitas de latón en las esquinas. No obstante, hay otras necesidades que cumplir y por ahí es donde se escapa el dinero del doliente.
Lo último en moda funeraria en Cuba es la cremación. Primero, costó unos 30 pesos moneda nacional, me informaron, más en los últimos meses, el precio subió a 370 pesos moneda nacional la cremación, sin contar con el precio de la cajita que te venden para guardar las cenizas.
Por otra parte, deben agregarle el costo del transporte. Los taxis que habitualmente están destinados a transportar los dolientes al cementerio son dos por cada entierro. Si quieres más taxis tienes que conseguirlos por la calle o llamar a los que cobran el viaje en MLC (moneda libremente convertible o CUC).
Resulta entonces que el crematorio está instalado en el cementerio nuevo de Guanabacoa. Una villa en la periferia de la capital. Y como los taxis destinados al entierro cobran cuatro veces la cifra marcada por el taxímetro. ¡Allá va eso! El alma queda desgarrada por la pérdida del ser querido y el bolsillo arrasado por lo que cuestan los taxis. En conclusión, la situación de los dolientes se agudiza por el dolor y por la cuasi bancarrota en que te quedas. ¡Es un milagro no tener ideas suicidas después de todo eso!
Así que el entierro habitual sale más barato, aunque siempre tendrás algunos gastos, como el del termo del café que se brindará a las personas amigas que presenten sus condolencias, o la botellita de ron para ciertos amigos que prefieren ahogar el dolor en alcohol.
El otro gasto imprescindible son las flores. Cada día las coronas están más caras. Actualmente, una corona de 100 pesos no es mucho más grande que otra de 30 pesos años atrás. Para colmo, hay que Ir a buscarla a la florería cuando avisen que ya está lista, porque no hay quien la traiga hasta la funeraria, así sea de día, de noche o de madrugada, con frío o bajo la lluvia o un sol que raja las piedras. Por lo que no es raro, ver por las calles cercanas a las funerarias a dos o tres personas cargados de coronas fúnebres.
No por gusto escuché exclamar hace pocos días a una señora muy preocupada por lo cara que está en estos días la muerte. Al explayarse en explicaciones, echó mano de la historia de una amiga que tuvo que endeudarse con un vecino para cubrir los gastos del entierro de la madre, porque la difunta pidió que la enterraran en un pueblo provinciano junto a sus padres. Llegar allá en taxis con carro fúnebre etc. le costó más de mil pesos.
Por lo visto, a cuidarse la salud, porque ahora la muerte está más que cara. FIN. LG/09.
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