martes, 6 de julio de 2010

EL GOL DEL NOTICIERO

EL GOL DEL NOTICIERO
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2010-06-19.
En todo el barrio se comenta que hay problemas serios en la panadería. El asunto es que cuando voy a comprar el pan por la mañana, una larga fila de personas me anuncia que no venden pan porque no ha salido de los rápidos hornos eléctricos.
Sucede que el mostrador está vacío y detrás de la pared que oculta el salón de trabajo de la vista del público sale un ruido de voces exaltadas. En la fila de clientes que esperan la salida del pan regulado por la libreta de abastecimiento se intercambian mensajes de impaciencia. Inesperadamente, un coro de voces gritó ¡Gooool! Eran los panaderos que seguían las incidencias de un partido del mundial de Fútbol.
Por poco el espectáculo del estadio sudafricano se traslada a la panadería de la Calzada de Managua, cuando los clientes que esperábamos irrumpimos en invectivas contra los panaderos quienes en lugar de vender el pan caliente, utilizaron la estrategia de esperar a enfriarlo para venderlo y así sacar tiempo de ver la transmisión de fútbol que transmite la televisión cubana.
El consumo de electricidad ascendió a límites no permitidos por las estrictas normas de ahorro en los centros de trabajo en este mes de junio, se quejan funcionarios de la Unión Eléctrica en los medios oficiales. La culpa la carga el calor, así como el totí por aquello de las plumas negras, pero en realidad la cuenta ascendente va por lo de los televisores encendidos en tiendas, escuelas, oficinas, etc., más que por los ventiladores sin parar.
Todos se esfuerzan ahora mismo por no perderse un partido de fútbol. La fiebre del fútbol compite pues con las altas temperaturas en La Habana. Detrás del interés meramente deportivo se agazapan los aficionados al juego y al dinero fácil en el bolsillo, quienes no dejan de apostar a su equipo favorito.
También sucede que hay alguno que apuesta a ganadores imprevistos porque tienen buen olfato. Así ocurrió con el juego de Inglaterra contra Méjico. Gracias a la victoria de los mejicanos, Oslandry ganó doce cuc (pesos convertibles).
Hubo quien se dejó llevar por un criterio tradicionalista en este Mundial de Fútbol como pasó a Yunieski, un vecino. Él apostó por la victoria de Francia y perdió güiro calabaza y miel por causa del malísimo juego del equipo galo.
Por otro lado, hay muchas personas que se regocijan al ver los partidos y no solamente se entregan a mirar el vaivén de la pelota entre los pies de los fabulosos jugadores, sino que se fijan en las tribunas abarrotadas de aficionados, los hinchas de cada equipo que viajaron de todas partes del mundo para asistir al Mundial sudafricano.
Un amigo me comentó no sin ironía que por suerte en el capitalismo vivían en una tremenda crisis económica, porque en caso contrario, los sudafricanos hubieran debido levantar un estadio aún más grande.
Señaló además lo feliz que todos los asistentes se veían. Sobre todo los argentinos, brasileños, mejicanos que colmaban los asientos durante los partidos que jugaban sus equipos nacionales. ¿Entonces, cómo pueden viajar tan lejos sin dinero, sin trabajo y en crisis? ¿Dónde está la crisis que pregonan todas las noches en el NTV? (noticiario de la televisión cubana estatal). FIN. LG/10.

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