miércoles, 3 de junio de 2009

LA MALA MEMORIA

LA MALA MEMORIA

Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

La población cubana en un 70% aproximadamente nació después de mediados o finales de los 59. Este dato significa que la mayoría de la población insular posee una memoria marcada por un relato de la Nación conformado por la visión de quienes asumieron el poder en el 59.
Uno de los temas principales del nuevo relato impuesto después del 59, fue el de la discriminación racial durante los gobiernos del período pre – revolucionario. Enarbolaron medidas de la supresión de la discriminación racial por la Revolución, a la vez que reivindicaron los objetivos del sector negro y mestizo de la población, los incorporaron sin opción al carro de los cambios estructurales, políticos y sociales y, de esta manera, se suprimía cualquier otra reclamación proveniente del mismo sector, mientras que los igualaba dentro de la sociedad al precio de someterlos a una incondicionalidad política absoluta. La discriminación racial fue eliminada, pero lamentablemente el racismo no dejó de estar latente en la sociedad.
De esta manera, una serie de ideas preconcebidas para garantizar la supervivencia del modelo revolucionario fueron trasladadas a las masas negras en peores condiciones económicas.
Principalmente, el modelo del héroe vencedor respondió absolutamente al del diseño esbozado con unos 160 años de anticipación en el fundacional Papel Periódico de La Habana: hombre blanco joven, nacido en buena cuna, dominador de mujeres y negros esclavos, sin duda de su masculinidad. Una vez más, el papel del negro como participante activo de los cambios fue escamoteado en la historia nacional.
Si la memoria histórica del período anterior al 1959 se revisó bajo el lente revolucionario, podemos afirmar que la parte correspondiente a la vida del sector negro de la sociedad fue puesta en función de garantizar la sumisión de éstos a la idea del reconocimiento agradecido del mencionado sector racial a una nomenclatura política que, en definitiva, barrió de manera institucional con la discriminación racial, pero no con el racismo como una de las tendencias colectivas subyacentes en la sociedad.
A pesar de todo lo anterior, el evidenciar el papel de víctima de las desigualdades sociales y económicas producto de los errores del propio sistema impuesto no garantiza para nada salir del bache. Una mala memoria evidente lastra a buena parte de los negros, desposeídos antes y ahora.
Es esa mala memoria, la que empobrece un discurso reiterativo que los somete a no encontrar una salida efectiva para la recuperación de un lugar en la sociedad que a los ojos de muchos, resulta inalcanzable. De ahí, las posturas escapistas a veces y otras, en extremo, transgresoras que prefieren equivocadamente como expresión de rechazo a las reglas y normas de la sociedad en que nacieron.
Privilegiar la diferencia racial con el objetivo de marcar una diferencia política o añadirla a la última, equivale únicamente a establecer zanjas de diferenciación a una incorporación poblacional necesaria a las filas de una oposición que se necesita mayoritaria para promover el cambio que hoy muchos desean pero no consiguen avizorar.
Lamentablemente, hay quienes se convierten en modelos de esta postura y pregonan en oficinas y salones, de butacas en sofás, su condición de negros damnificados por el socialismo, cuando realmente no han hecho nada o muy poco, en algunos casos, por ser ellos mismos mejores y por alcanzar un nivel profesional que los identifique como tales. Y lo peor, hay quien los escucha, aunque no pretendan concederles más que el beneficio de una cena y un café.
Hay que recobrar la memoria, la que nos ha sido escamoteada, tergiversada o escondida de mil formas por los grupos hegemónicos que han llevado a Cuba a este punto. Solamente así, podrá resolverse el problema negro, para llamarlo de cierta forma y, además, el de la Nación cubana. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

La población cubana en un 70% aproximadamente nació después de mediados o finales de los 59. Este dato significa que la mayoría de la población insular posee una memoria marcada por un relato de la Nación conformado por la visión de quienes asumieron el poder en el 59.
Uno de los temas principales del nuevo relato impuesto después del 59, fue el de la discriminación racial durante los gobiernos del período pre – revolucionario. Enarbolaron medidas de la supresión de la discriminación racial por la Revolución, a la vez que reivindicaron los objetivos del sector negro y mestizo de la población, los incorporaron sin opción al carro de los cambios estructurales, políticos y sociales y, de esta manera, se suprimía cualquier otra reclamación proveniente del mismo sector, mientras que los igualaba dentro de la sociedad al precio de someterlos a una incondicionalidad política absoluta. La discriminación racial fue eliminada, pero lamentablemente el racismo no dejó de estar latente en la sociedad.
De esta manera, una serie de ideas preconcebidas para garantizar la supervivencia del modelo revolucionario fueron trasladadas a las masas negras en peores condiciones económicas.
Principalmente, el modelo del héroe vencedor respondió absolutamente al del diseño esbozado con unos 160 años de anticipación en el fundacional Papel Periódico de La Habana: hombre blanco joven, nacido en buena cuna, dominador de mujeres y negros esclavos, sin duda de su masculinidad. Una vez más, el papel del negro como participante activo de los cambios fue escamoteado en la historia nacional.
Si la memoria histórica del período anterior al 1959 se revisó bajo el lente revolucionario, podemos afirmar que la parte correspondiente a la vida del sector negro de la sociedad fue puesta en función de garantizar la sumisión de éstos a la idea del reconocimiento agradecido del mencionado sector racial a una nomenclatura política que, en definitiva, barrió de manera institucional con la discriminación racial, pero no con el racismo como una de las tendencias colectivas subyacentes en la sociedad.
A pesar de todo lo anterior, el evidenciar el papel de víctima de las desigualdades sociales y económicas producto de los errores del propio sistema impuesto no garantiza para nada salir del bache. Una mala memoria evidente lastra a buena parte de los negros, desposeídos antes y ahora.
Es esa mala memoria, la que empobrece un discurso reiterativo que los somete a no encontrar una salida efectiva para la recuperación de un lugar en la sociedad que a los ojos de muchos, resulta inalcanzable. De ahí, las posturas escapistas a veces y otras, en extremo, transgresoras que prefieren equivocadamente como expresión de rechazo a las reglas y normas de la sociedad en que nacieron.
Privilegiar la diferencia racial con el objetivo de marcar una diferencia política o añadirla a la última, equivale únicamente a establecer zanjas de diferenciación a una incorporación poblacional necesaria a las filas de una oposición que se necesita mayoritaria para promover el cambio que hoy muchos desean pero no consiguen avizorar.
Lamentablemente, hay quienes se convierten en modelos de esta postura y pregonan en oficinas y salones, de butacas en sofás, su condición de negros damnificados por el socialismo, cuando realmente no han hecho nada o muy poco, en algunos casos, por ser ellos mismos mejores y por alcanzar un nivel profesional que los identifique como tales. Y lo peor, hay quien los escucha, aunque no pretendan concederles más que el beneficio de una cena y un café.
Hay que recobrar la memoria, la que nos ha sido escamoteada, tergiversada o escondida de mil formas por los grupos hegemónicos que han llevado a Cuba a este punto. Solamente así, podrá resolverse el problema negro, para llamarlo de cierta forma y, además, el de la Nación cubana. FIN. LG/07.
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LA ISLA DE PAPEL.

LA ISLA DE PAPEL.
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-06-03.

Hace mucho tiempo que conocí de lo que denominan aquí la calidad del informe oficial. En esencia, parten del principio fraudulento de que el papel lo aguanta todo y plasman en blanco y negro un panorama de cualquier aspecto de la realidad de Cuba mejorada gracias a los efectos especiales de la ciencia ficción.
Datos, eventos, cifras son magnificados por una máquina de propaganda que ya Hollywood quisiera tener en sus estudios con el fin de ofrecer una visión diferente de la realidad. Ya en una ocasión, en una edición del periódico Granma, el órgano oficial del PCC (Partido Comunista de Cuba) publicó un titular tan increíble como el siguiente: “Más de 30 mil soluciones aplicadas en el país.”
Usted conocedor de la realidad cubana, como la mayoría de los isleños que tuvimos oportunidad de leerlo, no pudimos más que reírnos a carcajada batiente de tal chiste de humor negro. Sin embargo, quienes leen la página internacional de Granma en Internet pueden leer al revés. Lo que es no es y viceversa.
Algo parecido deben haber tenido entre sus manos los miembros del actual Consejo de Derechos Humanos de la ONU para eliminar la disposición que durante veinte años condenó al régimen cubano por no respetar los Derechos Humanos en la isla.
No se quien engañó tan groseramente a los miembros del consejo de DH de la ONU. No puedo imaginar que suerte de magia empleó para travestir la realidad cubana de tal modo. La olímpica capacidad de engañar al resto del mundo acaba de coronarse con una medalla de oro.
Afirmo lo anterior basado en los datos, al alcance de la mano de todo el que quiera saberlo, sobre los presos políticos y de conciencia encerrados en las cárceles en Cuba. Solamente puedo pensar que la intoxicación de los miembros del flamante consejo de los DH los confundió con un mareo de suficiente manera, que ni siquiera tomaron el rábano por las hojas, sino que confundieron el rábano con excrementos.
Al escuchar por la media oficial cubana la noticia sobre la nueva posición del llamado Consejo de DH de la ONU sobre la violación de estos derechos en Cuba, más que sorprendido, pensé que ya no existían prisioneros políticos y de conciencia en la isla.
De golpe y porrazo pensé en Héctor Maseda, Omar Rodríguez Saludes, Normando Hernández, Pedro Argüelles, Miguel Galbán, Fabio Prieto Llorente, José Izquierdo, y otros más hasta el número de 59 que aún aherrojados en las celdas de las prisiones con pésimas condiciones de reclusión, desde marzo del 2003 pagan con la reclusión, la propia salud y el sufrimiento de sus familiares por su voluntad de ejercer el derecho a la libertad de expresión.
También vinieron a mi mente los casos de Carmelo Díaz, Jorge Olivera, Luís Esteban Echevarria y otros más, a quienes las autoridades cubanas les niegan el permiso de salida del país, aunque han recibido visados de diferentes países.
No puedo dejar olvidar el caso de Miguel Valdés Tamayo, gravemente enfermo del corazón, con licencia extrapenal, fallecido lamentablemente, mientras esperaba el permiso de salida de Cuba a pesar de tener visas de asilo de dos países en su mano.
Únicamente, escogí los nombres de estos hombres que padecen o padecieron en la prisión para exponer un ejemplo y no extender estos párrafos más allá del límite de fatiga del lector ocasional.
Sépase que ellos no son los únicos que han sentido en carnes propias de la furia de los gobernantes cubanos exclusivamente por emitir una visión diferente de la oficial sobre la realidad cubana. En casi cinco décadas de gobierno, la lista de nombres de prisioneros de conciencia cubanos es bastante larga.
Entonces, no puedo creer en el dictamen de un Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuya pérdida de visión justa los instala en el campo de la indecencia y se prestan a los re juegos de un régimen caracterizado por pisotearlos y ofrecer al mundo la mentira por realidad y hacer de la calidad del embuste la garantía de su mejor producto de exportación, los informes a las agencias internacionales. FIN. LG/09.
-0-0-0-0-Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-06-03.

Hace mucho tiempo que conocí de lo que denominan aquí la calidad del informe oficial. En esencia, parten del principio fraudulento de que el papel lo aguanta todo y plasman en blanco y negro un panorama de cualquier aspecto de la realidad de Cuba mejorada gracias a los efectos especiales de la ciencia ficción.
Datos, eventos, cifras son magnificados por una máquina de propaganda que ya Hollywood quisiera tener en sus estudios con el fin de ofrecer una visión diferente de la realidad. Ya en una ocasión, en una edición del periódico Granma, el órgano oficial del PCC (Partido Comunista de Cuba) publicó un titular tan increíble como el siguiente: “Más de 30 mil soluciones aplicadas en el país.”
Usted conocedor de la realidad cubana, como la mayoría de los isleños que tuvimos oportunidad de leerlo, no pudimos más que reírnos a carcajada batiente de tal chiste de humor negro. Sin embargo, quienes leen la página internacional de Granma en Internet pueden leer al revés. Lo que es no es y viceversa.
Algo parecido deben haber tenido entre sus manos los miembros del actual Consejo de Derechos Humanos de la ONU para eliminar la disposición que durante veinte años condenó al régimen cubano por no respetar los Derechos Humanos en la isla.
No se quien engañó tan groseramente a los miembros del consejo de DH de la ONU. No puedo imaginar que suerte de magia empleó para travestir la realidad cubana de tal modo. La olímpica capacidad de engañar al resto del mundo acaba de coronarse con una medalla de oro.
Afirmo lo anterior basado en los datos, al alcance de la mano de todo el que quiera saberlo, sobre los presos políticos y de conciencia encerrados en las cárceles en Cuba. Solamente puedo pensar que la intoxicación de los miembros del flamante consejo de los DH los confundió con un mareo de suficiente manera, que ni siquiera tomaron el rábano por las hojas, sino que confundieron el rábano con excrementos.
Al escuchar por la media oficial cubana la noticia sobre la nueva posición del llamado Consejo de DH de la ONU sobre la violación de estos derechos en Cuba, más que sorprendido, pensé que ya no existían prisioneros políticos y de conciencia en la isla.
De golpe y porrazo pensé en Héctor Maseda, Omar Rodríguez Saludes, Normando Hernández, Pedro Argüelles, Miguel Galbán, Fabio Prieto Llorente, José Izquierdo, y otros más hasta el número de 59 que aún aherrojados en las celdas de las prisiones con pésimas condiciones de reclusión, desde marzo del 2003 pagan con la reclusión, la propia salud y el sufrimiento de sus familiares por su voluntad de ejercer el derecho a la libertad de expresión.
También vinieron a mi mente los casos de Carmelo Díaz, Jorge Olivera, Luís Esteban Echevarria y otros más, a quienes las autoridades cubanas les niegan el permiso de salida del país, aunque han recibido visados de diferentes países.
No puedo dejar olvidar el caso de Miguel Valdés Tamayo, gravemente enfermo del corazón, con licencia extrapenal, fallecido lamentablemente, mientras esperaba el permiso de salida de Cuba a pesar de tener visas de asilo de dos países en su mano.
Únicamente, escogí los nombres de estos hombres que padecen o padecieron en la prisión para exponer un ejemplo y no extender estos párrafos más allá del límite de fatiga del lector ocasional.
Sépase que ellos no son los únicos que han sentido en carnes propias de la furia de los gobernantes cubanos exclusivamente por emitir una visión diferente de la oficial sobre la realidad cubana. En casi cinco décadas de gobierno, la lista de nombres de prisioneros de conciencia cubanos es bastante larga.
Entonces, no puedo creer en el dictamen de un Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuya pérdida de visión justa los instala en el campo de la indecencia y se prestan a los re juegos de un régimen caracterizado por pisotearlos y ofrecer al mundo la mentira por realidad y hacer de la calidad del embuste la garantía de su mejor producto de exportación, los informes a las agencias internacionales. FIN. LG/09.
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CUBA ESTÁ TAN LEJOS

CUBA ESTÁ TAN LEJOS
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2007-09-19.

Todos los días descubro en el cielo las aeronaves procedentes de Miami. Un vuelo por la mañana y otro al mediodía desembarcan los viajeros que vienen al reencuentro de sus familias. Dejadas atrás por diversas causas, sean cuales fueran, pero separadas por una distancia mayor que las noventa millas que separan las dos orillas del Estrecho de la Florida.
En sí mismo, tal nominativo geográfico sólo abarca la distancia real de la superficie. Pero en los corazones y las mentes de los viajeros que lo salvan en aviones, a pesar de los pocos minutos de duración del vuelo, existe un océano de recuerdos, nostalgias y melancolías. Las que producen un reflujo de tristezas por la vida anterior junto a sus familiares. Por los paisajes de su infancia. Por lo que dejó atrás. Cuando ya no es posible la vuelta atrás.
Más, esos sentimientos son realmente propiedad de la complejidad de espiritual de los adultos. En los niños, bueno, los niños miran el mundo a través del cristal de la ingenuidad de la inocencia. Así ocurre con mi nieta, residente en Miami, su ciudad natal además, quien desde la altura de sus cinco años pregunta a su mentora más próxima y natural, su madre, el por qué Cuba está tan lejos.
Mi princesa no alcanza a comprender aún la complejidad de nuestras relaciones. Todavía a los cinco años, en su segunda visita a sus abuelos, a su tía y a su primo, a los familiares isleños, mi family, desde la inocencia de su poca edad refleja con la simplicidad de su razonamiento, con una sola oración, la tristeza mayor del desarraigo familiar.
¿Por qué Cuba está tan lejos? Nos arroja a la cara la sinrazón de una lejanía artificial que nos culpa por inacción, desidia e inmovilidad. También nos deja el amargo sabor de no saber y no decidir nuestros destinos. Dejarlos abandonados a los vaivenes de políticas que afectan a las gentes, a sus familias, que las hieren en el centro del corazón.
Sobre el Estrecho de la Florida se ha tendido durante casi cincuenta años un puente de papel sostenido por las cartas de las familias de aquí a las de allá. Con el avance de las tecnologías, ahora los e-mails trasladan los mensajes inmediatamente al establecer un canal de comunicación para saber de parientes cercanos y lejanos, de amigos íntimos y menos también.
Así vivimos a medias, a horcajadas sobre las aguas, movidos por un Gulf Stream de pasiones, recuerdos y nostalgias como la poderosa corriente del Golfo que mueve las aguas bajo la superficie del mar que geográficamente nos distancia.
¿Qué me dirá mi nieta cuando crezca y trate, como todo ser humano de encontrar una respuesta a algo que la afecta en sus sentimientos y que ella no creó, ni dispuso?
¿A quién culpará por no hartarse de comer las comidas con sabor diferente de su abuela isleña? ¿Quién le robó el magnífico e increíble tesoro de su infancia que es grabar en su memoria la alegría de su madre al compartir la mesa con sus padres, mientras ella corretea a sus anchas a su alrededor?
Cientos de miles de cubanos compartirán conmigo sin duda el desvelo de una noche de insomnio cuando las preocupaciones vuelan más rápido sobre la estela de luz de una luna llena. Ellos lo compartirán porque hacia el otro lado, allá, al Norte está una parte de sus corazones. Entonces, hay que hacer algo. Y creo que enunciarlo ya es un principio.
Acercaré un poco más a Cuba para recibir el mejor de los regalos en la mirada y el beso de mi princesa Sofía. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2007-09-19.

Todos los días descubro en el cielo las aeronaves procedentes de Miami. Un vuelo por la mañana y otro al mediodía desembarcan los viajeros que vienen al reencuentro de sus familias. Dejadas atrás por diversas causas, sean cuales fueran, pero separadas por una distancia mayor que las noventa millas que separan las dos orillas del Estrecho de la Florida.
En sí mismo, tal nominativo geográfico sólo abarca la distancia real de la superficie. Pero en los corazones y las mentes de los viajeros que lo salvan en aviones, a pesar de los pocos minutos de duración del vuelo, existe un océano de recuerdos, nostalgias y melancolías. Las que producen un reflujo de tristezas por la vida anterior junto a sus familiares. Por los paisajes de su infancia. Por lo que dejó atrás. Cuando ya no es posible la vuelta atrás.
Más, esos sentimientos son realmente propiedad de la complejidad de espiritual de los adultos. En los niños, bueno, los niños miran el mundo a través del cristal de la ingenuidad de la inocencia. Así ocurre con mi nieta, residente en Miami, su ciudad natal además, quien desde la altura de sus cinco años pregunta a su mentora más próxima y natural, su madre, el por qué Cuba está tan lejos.
Mi princesa no alcanza a comprender aún la complejidad de nuestras relaciones. Todavía a los cinco años, en su segunda visita a sus abuelos, a su tía y a su primo, a los familiares isleños, mi family, desde la inocencia de su poca edad refleja con la simplicidad de su razonamiento, con una sola oración, la tristeza mayor del desarraigo familiar.
¿Por qué Cuba está tan lejos? Nos arroja a la cara la sinrazón de una lejanía artificial que nos culpa por inacción, desidia e inmovilidad. También nos deja el amargo sabor de no saber y no decidir nuestros destinos. Dejarlos abandonados a los vaivenes de políticas que afectan a las gentes, a sus familias, que las hieren en el centro del corazón.
Sobre el Estrecho de la Florida se ha tendido durante casi cincuenta años un puente de papel sostenido por las cartas de las familias de aquí a las de allá. Con el avance de las tecnologías, ahora los e-mails trasladan los mensajes inmediatamente al establecer un canal de comunicación para saber de parientes cercanos y lejanos, de amigos íntimos y menos también.
Así vivimos a medias, a horcajadas sobre las aguas, movidos por un Gulf Stream de pasiones, recuerdos y nostalgias como la poderosa corriente del Golfo que mueve las aguas bajo la superficie del mar que geográficamente nos distancia.
¿Qué me dirá mi nieta cuando crezca y trate, como todo ser humano de encontrar una respuesta a algo que la afecta en sus sentimientos y que ella no creó, ni dispuso?
¿A quién culpará por no hartarse de comer las comidas con sabor diferente de su abuela isleña? ¿Quién le robó el magnífico e increíble tesoro de su infancia que es grabar en su memoria la alegría de su madre al compartir la mesa con sus padres, mientras ella corretea a sus anchas a su alrededor?
Cientos de miles de cubanos compartirán conmigo sin duda el desvelo de una noche de insomnio cuando las preocupaciones vuelan más rápido sobre la estela de luz de una luna llena. Ellos lo compartirán porque hacia el otro lado, allá, al Norte está una parte de sus corazones. Entonces, hay que hacer algo. Y creo que enunciarlo ya es un principio.
Acercaré un poco más a Cuba para recibir el mejor de los regalos en la mirada y el beso de mi princesa Sofía. FIN. LG/07.
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CON EL MISMO COMPÁS

CON EL MISMO COMPÁS
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

La música cubana producida por populares orquestas y consumida ahora mismo por el público cubano padece ciertas fórmulas que la hacen repetitiva en la mayoría de los casos.
Es posible que la primera de las causas sea la comercialización de patrones musicales más apreciados por productores más preocupados por vender que por trascender.
Hoy escuchamos arreglos repetitivos, letras de canciones con los mismos tópicos, orquestaciones que no “sorprenden”, cantantes que todas y todos, más que individualidades parecen un coro griego porque cantan igual.
Al parecer, hay un solo arreglista musical, pues se perdió un tanto la frescura que la diferencia aporta. Esta es la causa de las orquestas bajo “efecto probeta”, todas hacen la misma música.
Asimismo, sucede con los vocalistas, entre los que, sin duda, los bemoles andan por las nubes, mientras desdeñan la modulación de la voz que una vez caracterizó el quehacer vocalístico nacional. Aterra pensar que un país donde nacieron cantantes-intérpretes tan completas como Olga Guillot, Rita Montaner, Celia Cruz y Elena Burke, hoy no cuente con figuras que las sustituyan.
Entienda bien, no quiero decir que se hace mala música popular en Cuba. Por lo contrario, hay excelentes instrumentistas, cantantes capaces de alcanzar varios registros, pero lamentablemente, les falta la individualidad marcadora de lo auténtico del concepto y, sin concepto no hay arte, según explicó recientemente en una emisión educativa un reconocido crítico y teórico musical cubano.
El problema de las letras de las canciones apunta hacia la pobreza de la expresión fatigada por exceso de consignas. No se habla de otra cosa que no sea de lo mismo: política, sexo, pelota y comida. Los tres tópicos generales que agrupan las variables temáticas mayoritarias de las conversaciones de los cubanos hoy en día.
Si desea ir conmigo más allá en el pasado inmediato, constatará que buena culpa del asunto, por una parte, queda en la uniformidad excesiva de la enseñanza que conspira de cierto modo contra la relación fecunda del auto didactismo con la experiencia musical y por otro lado, pero sin dejar de ser la otra rueda de la misma carreta de culpas, la selección de vías musicales para hacer dinero, la inutilidad de un Instituto de la Música para administrar y corregir lo que el gusto del público y la trascendencia del producto musical en el mercado pueden conseguir.
Por suerte, hay algunos grupos y artistas musicales que no siguen el camino errado del facilismo comercial y, sin dejar de tener en cuenta el mercado, ofrecen un producto de calidad y trascendencia: marcan el camino un grupo como Orishas, premiado con un Grammy incluso y artistas como el dúo de Gema y Pavel.
Dejar de lado la música de ocasión y poner a trabajar el talento gracias a los conocimientos adquiridos es la solución. En caso de continuar por el mismo camino solamente lograrán empobrecer un valioso producto cultural cubano y perder el favor del mercado. FIN. LG/07.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana.

La música cubana producida por populares orquestas y consumida ahora mismo por el público cubano padece ciertas fórmulas que la hacen repetitiva en la mayoría de los casos.
Es posible que la primera de las causas sea la comercialización de patrones musicales más apreciados por productores más preocupados por vender que por trascender.
Hoy escuchamos arreglos repetitivos, letras de canciones con los mismos tópicos, orquestaciones que no “sorprenden”, cantantes que todas y todos, más que individualidades parecen un coro griego porque cantan igual.
Al parecer, hay un solo arreglista musical, pues se perdió un tanto la frescura que la diferencia aporta. Esta es la causa de las orquestas bajo “efecto probeta”, todas hacen la misma música.
Asimismo, sucede con los vocalistas, entre los que, sin duda, los bemoles andan por las nubes, mientras desdeñan la modulación de la voz que una vez caracterizó el quehacer vocalístico nacional. Aterra pensar que un país donde nacieron cantantes-intérpretes tan completas como Olga Guillot, Rita Montaner, Celia Cruz y Elena Burke, hoy no cuente con figuras que las sustituyan.
Entienda bien, no quiero decir que se hace mala música popular en Cuba. Por lo contrario, hay excelentes instrumentistas, cantantes capaces de alcanzar varios registros, pero lamentablemente, les falta la individualidad marcadora de lo auténtico del concepto y, sin concepto no hay arte, según explicó recientemente en una emisión educativa un reconocido crítico y teórico musical cubano.
El problema de las letras de las canciones apunta hacia la pobreza de la expresión fatigada por exceso de consignas. No se habla de otra cosa que no sea de lo mismo: política, sexo, pelota y comida. Los tres tópicos generales que agrupan las variables temáticas mayoritarias de las conversaciones de los cubanos hoy en día.
Si desea ir conmigo más allá en el pasado inmediato, constatará que buena culpa del asunto, por una parte, queda en la uniformidad excesiva de la enseñanza que conspira de cierto modo contra la relación fecunda del auto didactismo con la experiencia musical y por otro lado, pero sin dejar de ser la otra rueda de la misma carreta de culpas, la selección de vías musicales para hacer dinero, la inutilidad de un Instituto de la Música para administrar y corregir lo que el gusto del público y la trascendencia del producto musical en el mercado pueden conseguir.
Por suerte, hay algunos grupos y artistas musicales que no siguen el camino errado del facilismo comercial y, sin dejar de tener en cuenta el mercado, ofrecen un producto de calidad y trascendencia: marcan el camino un grupo como Orishas, premiado con un Grammy incluso y artistas como el dúo de Gema y Pavel.
Dejar de lado la música de ocasión y poner a trabajar el talento gracias a los conocimientos adquiridos es la solución. En caso de continuar por el mismo camino solamente lograrán empobrecer un valioso producto cultural cubano y perder el favor del mercado. FIN. LG/07.
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lunes, 1 de junio de 2009

INFORMACIÓN

La Fundación por la Libertad de Expresión anunció los Premios 2009 en su sexta edición. Este año los premiados son: Jorge Olivera Castillo, Semanario Primavera. blogspot, y Periódico Consenso (Xoimara Menéndez).
Los Premios de la Fundación por la Libertad de Expresión se otorgan en el mes de mayo en conmemoración al 20 de mayo, fecha de proclamación de la República de Cuba.
Se conceden a periodistas independientes en ejercicio con el objetivo de estimularlos para desarrollar el profesionalismo en su labor de prensa.
Informó: Lucas Garve.

LA COMPARSITA BIEN ALEGRE.

LA COMPARSITA BIEN ALEGRE.
Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-05-19.
El Día Mundial contra la Homofobia se celebró públicamente en La Habana el sábado 16 de mayo a golpe de rumbita. La prensa nacional cubana destacó el Día del Campesino. Agencias de prensa extranjera en La Habana reflejaron el hecho con la expectación que economizó la media oficial.
Un ejemplo. La AP lanzó la noticia bajo el titular “Gays cubanos salen masivamente a las calles”. No había que exagerar, estimo. Ni tan masivamente, ni por las calles, ni en plural.
La asistencia al Pabellón Cuba, sede matutina de las actividades, colmó el espacio que de todas formas no llega a ser el del Estadio Latinoamericano del Cerro. No acudieron en apabullante gran número, a todo dar, sería poco más de un millar de personas.
La principal organizadora del evento y directora del Centro de Educación Sexual (CENESEX) Máster en Sexología Castro Espín, precisó los objetivos del evento a los asistentes: “(…) para que la revolución sea más profunda y abarque más ampliamente todas las necesidades del ser humano”.
La presencia en el foro de conferencias del presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Sr. R. Alarcón, dio carácter más representativo a la actividad. Este declaró que “se ha avanzado en los derechos de los homosexuales en Cuba”. ¿…¬ ¬´¡’``+-_:;%!?
Por las declaraciones de organizadores y asistentes se infiere que el rechazo sempiterno a la diversidad sexual viene de la población que no los acepta aún realmente. Mientras, las instituciones gubernamentales tratan de hacerles el camino más fácil.
Más claro, se huele a búsqueda de clientelismo político. A la necesidad del gobierno de mostrar “cambios” en la isla. Con esfuerzos por reflejar una imagen “light” hacia el extranjero, sobre todo hacia la UE, de voluntad aperturista. Acciones para reforzar la pretendida unidad junto a sus líderes y su obra. Por convencernos de buenas intenciones al cabo de 50 años en el poder sin permitir diferencias.
¿Mejor discurso? ¿Un gesto bien sincero y transparente? Sí, pedir Perdón con mayúscula a quienes padecieron expulsión de su aula de estudio o de trabajo “por parecer ser” o por mostrar sin miedo su verdadero rostro.
Perdón, también, a quienes obedecieron los mandatos de una aberrada inquisición heterosexual y machista y se flagelaron a perpetuidad al torcer el rumbo de su sexualidad cuando el de su íntima preferencia les indicaba otra.
Pedir Perdón a los que amaron bajo el tapete de la falsa amistad, el fingido compadrazgo, la cercana vecindad y vivieron angustiados por los apremios del auténtico desfogue de una sexualidad reprimida a duras penas.
Excusarse con palabras de perdón, hasta a los que arrollaron embullados por las rumbitas de una comparsa patética, que no es una marcha de orgullo homosexual, porque las marchas aquí tienen otro carácter y aún son posesión del feudo de la heterosexualidad.
Es inexacta además, la idea de que la población los rechaza. Porque la población en los años 60, nunca pidió la existencia de los campamentos de la UMAP, ni realizó la razzia de la “noche de las Tres P”, ni condenó al ostracismo, sí masivamente, a profesores, escritores, artistas, pintores, estudiantes, religiosos.
Tampoco la población refrendó esa tendencia de exclusivismo heterosexual en un Congreso de Educación y Cultura en el año 71. Mucho menos, la población cubana fue la que envió a homosexuales y lesbianas por centenares, masivamente es lo correcto, al destierro durante el éxodo del Mariel sin otra explicación que la disyuntiva de irse en un barco o cumplir 5 años en la cárcel. Eran parte de la “escoria”.
Se debe pedir perdón, por todos los años malgastados en injurias, diatribas y represiones, por no haberlos invertido en un verdadero y amplio desarrollo del capital humano del país. Ahora, ¿quién devolverá esos años adeudados a tanta gente?
Ni comparsitas, ni rumbitas podrán borrar la verdad oculta el día que en realidad se respeten los derechos humanos en Cuba. Porque todos seremos libres, primero, de todos nuestros miedos y tabúes, entonces sí, que podremos dejar atrás la noche oscura y amarnos bajo la luz de este implacable sol nuestro. FIN. LG/09.
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Por Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-05-19.
El Día Mundial contra la Homofobia se celebró públicamente en La Habana el sábado 16 de mayo a golpe de rumbita. La prensa nacional cubana destacó el Día del Campesino. Agencias de prensa extranjera en La Habana reflejaron el hecho con la expectación que economizó la media oficial.
Un ejemplo. La AP lanzó la noticia bajo el titular “Gays cubanos salen masivamente a las calles”. No había que exagerar, estimo. Ni tan masivamente, ni por las calles, ni en plural.
La asistencia al Pabellón Cuba, sede matutina de las actividades, colmó el espacio que de todas formas no llega a ser el del Estadio Latinoamericano del Cerro. No acudieron en apabullante gran número, a todo dar, sería poco más de un millar de personas.
La principal organizadora del evento y directora del Centro de Educación Sexual (CENESEX) Máster en Sexología Castro Espín, precisó los objetivos del evento a los asistentes: “(…) para que la revolución sea más profunda y abarque más ampliamente todas las necesidades del ser humano”.
La presencia en el foro de conferencias del presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Sr. R. Alarcón, dio carácter más representativo a la actividad. Este declaró que “se ha avanzado en los derechos de los homosexuales en Cuba”. ¿…¬ ¬´¡’``+-_:;%!?
Por las declaraciones de organizadores y asistentes se infiere que el rechazo sempiterno a la diversidad sexual viene de la población que no los acepta aún realmente. Mientras, las instituciones gubernamentales tratan de hacerles el camino más fácil.
Más claro, se huele a búsqueda de clientelismo político. A la necesidad del gobierno de mostrar “cambios” en la isla. Con esfuerzos por reflejar una imagen “light” hacia el extranjero, sobre todo hacia la UE, de voluntad aperturista. Acciones para reforzar la pretendida unidad junto a sus líderes y su obra. Por convencernos de buenas intenciones al cabo de 50 años en el poder sin permitir diferencias.
¿Mejor discurso? ¿Un gesto bien sincero y transparente? Sí, pedir Perdón con mayúscula a quienes padecieron expulsión de su aula de estudio o de trabajo “por parecer ser” o por mostrar sin miedo su verdadero rostro.
Perdón, también, a quienes obedecieron los mandatos de una aberrada inquisición heterosexual y machista y se flagelaron a perpetuidad al torcer el rumbo de su sexualidad cuando el de su íntima preferencia les indicaba otra.
Pedir Perdón a los que amaron bajo el tapete de la falsa amistad, el fingido compadrazgo, la cercana vecindad y vivieron angustiados por los apremios del auténtico desfogue de una sexualidad reprimida a duras penas.
Excusarse con palabras de perdón, hasta a los que arrollaron embullados por las rumbitas de una comparsa patética, que no es una marcha de orgullo homosexual, porque las marchas aquí tienen otro carácter y aún son posesión del feudo de la heterosexualidad.
Es inexacta además, la idea de que la población los rechaza. Porque la población en los años 60, nunca pidió la existencia de los campamentos de la UMAP, ni realizó la razzia de la “noche de las Tres P”, ni condenó al ostracismo, sí masivamente, a profesores, escritores, artistas, pintores, estudiantes, religiosos.
Tampoco la población refrendó esa tendencia de exclusivismo heterosexual en un Congreso de Educación y Cultura en el año 71. Mucho menos, la población cubana fue la que envió a homosexuales y lesbianas por centenares, masivamente es lo correcto, al destierro durante el éxodo del Mariel sin otra explicación que la disyuntiva de irse en un barco o cumplir 5 años en la cárcel. Eran parte de la “escoria”.
Se debe pedir perdón, por todos los años malgastados en injurias, diatribas y represiones, por no haberlos invertido en un verdadero y amplio desarrollo del capital humano del país. Ahora, ¿quién devolverá esos años adeudados a tanta gente?
Ni comparsitas, ni rumbitas podrán borrar la verdad oculta el día que en realidad se respeten los derechos humanos en Cuba. Porque todos seremos libres, primero, de todos nuestros miedos y tabúes, entonces sí, que podremos dejar atrás la noche oscura y amarnos bajo la luz de este implacable sol nuestro. FIN. LG/09.
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LOS ROSTROS DE BOHEMIA

Por LOS ROSTROS DE BOHEMIA
Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-05-05.
Las portadas de Bohemia fueron su rostro. Las primeras portadas de la revista tuvieron un diseño Art Nouveau, luego pasó al Art Déco y a finales de los 40 y 50 mantuvo un diseño de estilo cosmopolita. Así en sus portadas Bohemia mostró los las tendencias estilísticas del mejor diseño internacional. Siempre presentadas por artistas de la plaza, contó en sus inicios con diseños de Pedro Valera, Esteban Valderrama, más tarde con los de Antonio Rodríguez Morey, Manuel Rodulfo, etc.
Las portadas de Bohemia revelaban un suspenso en su discurso gráfico. No por gusto fue la primera gran revista gráfica del hemisferio occidental. Un lujo para un país tan pequeño como Cuba. Además de las portadas artísticamente diseñadas, su interior, guardó las páginas periodísticas más importantes de la historia del periodismo cubano en la sección En Cuba, donde sólo las firmas de sus autores valían como garantía de altísima calidad.
Fundada el 10 mayo de 1908. Nombrada Bohemia, mejor conocida por La Bohemia, es hoy la más antigua revista popular cubana. Primero, fue mensual y luego pasó a semanario. Bohemia salía los jueves. En ella lo mejor del periodismo cubano publicó sus artículos junto a muchos escritores y pensadores internacionales. Bohemia fue el reflejo del desarrollo de una democrática cultura cubana durante sus primeros cincuenta años de vida. Su mejor rival lo tuvo en la revista Social primero, más tarde en Carteles.
En el período 1930 al 1940, las páginas de Bohemia llevaron al gran público un evidente periodismo de oposición. En las década del 50, Bohemia no dejó de ofrecer las circunstancias políticas en que se desarrolló el período y ofreció un claro apoyo a la democratización. Sus tiradas alcanzaron centenares de miles de ejemplares.
Miguel Ángel Quevedo, su director fue uno de los hombres de prensa más influyentes en Cuba en los primeros seis decenios del siglo XX. Un verdadero hombre de prensa que propició la pluralidad de pensamiento que una publicación como esa necesitaba.
Para comprar la revista Bohemia voy a la calle del Obispo, arteria natural del más viejo barrio de La Habana. En la calle siempre encuentro algún anciano que revende esa publicación. Me cuesta 4 ó 5 pesos. Ellos la compran a mucho menor precio en los estanquillos de prensa. Después, la ofertan a mayor precio para sobrevivir.
Al cabo de su 101 aniversario, Bohemia ha sufrido circunstancias que impiden alcanzar los niveles de calidad que en otros tiempos mostró. Hoy, Bohemia es una revista para un público mayoritariamente adulto mayor. Sus páginas responden al criterio ideológico gubernamental y sus artículos son en general mediocres y faltos de interés.
Generalmente, una foto ilustra una portada que no atrae al público por su originalidad y arte La falta de papel y la mala impresión alejan a una distancia de años luz desde el punto de vista gráfico a cada número a los de aquellos de sus mejores tiempos. . Las portadas diseñadas por los mejores artistas gráficos del país pasaron a formar parte de la memoria histórica de la prensa cubana. Los mejores nombres del diseño cubano actual están ausentes de sus portadas. FIN. LG/09.
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Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión. La Habana, 2009-05-05.
Las portadas de Bohemia fueron su rostro. Las primeras portadas de la revista tuvieron un diseño Art Nouveau, luego pasó al Art Déco y a finales de los 40 y 50 mantuvo un diseño de estilo cosmopolita. Así en sus portadas Bohemia mostró los las tendencias estilísticas del mejor diseño internacional. Siempre presentadas por artistas de la plaza, contó en sus inicios con diseños de Pedro Valera, Esteban Valderrama, más tarde con los de Antonio Rodríguez Morey, Manuel Rodulfo, etc.
Las portadas de Bohemia revelaban un suspenso en su discurso gráfico. No por gusto fue la primera gran revista gráfica del hemisferio occidental. Un lujo para un país tan pequeño como Cuba. Además de las portadas artísticamente diseñadas, su interior, guardó las páginas periodísticas más importantes de la historia del periodismo cubano en la sección En Cuba, donde sólo las firmas de sus autores valían como garantía de altísima calidad.
Fundada el 10 mayo de 1908. Nombrada Bohemia, mejor conocida por La Bohemia, es hoy la más antigua revista popular cubana. Primero, fue mensual y luego pasó a semanario. Bohemia salía los jueves. En ella lo mejor del periodismo cubano publicó sus artículos junto a muchos escritores y pensadores internacionales. Bohemia fue el reflejo del desarrollo de una democrática cultura cubana durante sus primeros cincuenta años de vida. Su mejor rival lo tuvo en la revista Social primero, más tarde en Carteles.
En el período 1930 al 1940, las páginas de Bohemia llevaron al gran público un evidente periodismo de oposición. En las década del 50, Bohemia no dejó de ofrecer las circunstancias políticas en que se desarrolló el período y ofreció un claro apoyo a la democratización. Sus tiradas alcanzaron centenares de miles de ejemplares.
Miguel Ángel Quevedo, su director fue uno de los hombres de prensa más influyentes en Cuba en los primeros seis decenios del siglo XX. Un verdadero hombre de prensa que propició la pluralidad de pensamiento que una publicación como esa necesitaba.
Para comprar la revista Bohemia voy a la calle del Obispo, arteria natural del más viejo barrio de La Habana. En la calle siempre encuentro algún anciano que revende esa publicación. Me cuesta 4 ó 5 pesos. Ellos la compran a mucho menor precio en los estanquillos de prensa. Después, la ofertan a mayor precio para sobrevivir.
Al cabo de su 101 aniversario, Bohemia ha sufrido circunstancias que impiden alcanzar los niveles de calidad que en otros tiempos mostró. Hoy, Bohemia es una revista para un público mayoritariamente adulto mayor. Sus páginas responden al criterio ideológico gubernamental y sus artículos son en general mediocres y faltos de interés.
Generalmente, una foto ilustra una portada que no atrae al público por su originalidad y arte La falta de papel y la mala impresión alejan a una distancia de años luz desde el punto de vista gráfico a cada número a los de aquellos de sus mejores tiempos. . Las portadas diseñadas por los mejores artistas gráficos del país pasaron a formar parte de la memoria histórica de la prensa cubana. Los mejores nombres del diseño cubano actual están ausentes de sus portadas. FIN. LG/09.
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